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El tratamiento a largo plazo, de unos cinco años, puede revertir, ser capaz de mantener la enfermedad y evitar que progrese en un 70 % de pacientes infectados por el virus de la hepatitis B (VHB), según refleja un estudio prospectivo con 348 enfermos.
«También evita que se produzca una progresión de la fibrosis, así como la incidencia de cáncer y trasplantes hepáticos», han dicho Javier Crespo, jefe del Servicio de Digestivo del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, y José Luis Calleja, jefe adjunto del Servicio de Gastroenterología del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda, de Madrid, que han coordinado la V Aula de Hepatología, patrocinada por Gilead Sciences, y que cuenta con la acreditación de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
¿Qué ha ocurrido para este avance? Crespo tiene claro que han sido los cambios con los fármacos. «Ya no se centran en potenciar el sistema inmune del organismo, sino en atacar directamente al virus. Antes, el 40 % de los infectados por VHB respondían bien al tratamiento; ahora la cifra se ha elevado al 70 %». Ambos han destacado que el avance en las investigaciones supone un cambio en la forma de abordar al cirrótico. «Pensábamos que la cirrosis era un proceso irreversible e incurable, y ahora algunas formas son curables y reversibles al menos parcialmente».
Se ha demostrado que, especialmente en casos iniciales, un tratamiento efectivo puede revertir la fibrosis. El mantenimiento del tratamiento de la hepatitis B durante cinco años se asocia con la estabilización o mejoría del grado de fibrosis. «Los fármacos son de segunda generación, y la resistencia al tratamiento es mínima», ha agregado Calleja, y ha recordado que, según la Organización Mundial de la Salud, cada año fallecen 27 000 personas por cirrosis hepática en los países desarrollados.
Valoración
Existen técnicas no invasivas que permiten evaluar la fibrosis. De ahí que sea necesario reevaluar a los pacientes que están controlados pero que no reciben tratamiento. «Este hallazgo sugiere que el tratamiento para el virus de la hepatitis B se debe mantener a largo plazo porque es capaz de lograr la regresión de la enfermedad, evitando las complicaciones a largo plazo, por lo que es fundamental la adherencia al mismo». En el estudio prospectivo se incluyeron 348 pacientes con infección crónica por virus B, 96 de ellos con cirrosis y 252 con fibrosis. En los cirróticos se logró la reversión en el 74 % (71 pacientes) y el 99 % registraron una reducción de la fibrosis. En total, de los 348 pacientes se logró una reducción o estabilización de la fibrosis en 335 pacientes, lo que suponeun 96 %.
Control en el cáncer hepático
Javier Crespo considera que si se disminuye la inflamación y revierte la cirrosis se rebaja la posibilidad de cáncer de hígado. «El VHB puede ser de origen oncogénico directo, lo que, a pesar de que controlemos la enfermedad y regrese la cirrosis, puede ocurrir que sea el propio virus el que origine el tumor».
La tasa de aparición de hepatocarcinoma no desaparece, por lo que hay realizar despistaje con ecografía en los pacientes de alto riesgo.
noviembre 5/2012 (Diario Médico)