La quema de grasas tiene una gran relevancia para las células normales y cancerosas. Dos estudios realizados por Arkaitz Carracedo, del Biogune, recogen el impacto de este proceso en la obesidad, el cáncer de mama y la función de las células madre hematopoyéticas.

El metabolismo de las grasas es una preocupación creciente en los ámbitos de la salud y la estética en las sociedades desarrolladas. Pero existen consecuencias de este proceso más allá del mero impacto de la acumulación de lípidos en el organismo. Los lípidos son una de las fuentes de energía más concentradas y, por lo tanto, encarnan un valioso nutriente para las células en condiciones de carencia energética. No obstante, se sabe muy poco sobre el impacto de los procesos de quema de grasas en la salud de nuestras células.

Dos estudios independientes liderados por Arkaitz Carracedo, investigador Ikerbasque del Centro de Investigación Biogune, en el marco de un equipo dirigido por Pier Paolo Pandolfi, de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos), han desentrañado cómo componentes que intervienen en el proceso de la quema de grasas impactan en la salud celular y corporal. Estos estudios han descubierto que la proteína supresora de tumores PML, que se encarga de que la célula se comporte correctamente y de mantener las células tumorales bajo control, regula el proceso de la quema de grasa. La actividad metabólica de PML ha permitido descubrir nuevas y paradójicas funciones de esta proteína.

El primer estudio, publicado en agosto en The Journal of Clinical Investigation, ha sido realizado con modelos celulares y de ratón, define el mecanismo por el que PML regula la quema de grasas (a través de unos factores denominados PPAR) y muestra que las alteraciones en este proceso resultan en una acumulación excesiva de grasa y el desarrollo de obesidad. «Además, de manera sorprendente, al regular el metabolismo descubrimos que PML ejerce una actividad paradójica en el cáncer de mama, ya que en vez de mantener bajo control las células cancerosas les proporciona una ventaja selectiva en condiciones de necesidad energética», ha afirmado Carracedo.

Esta observación está relacionada con el incremento de los niveles de PML en un subconjunto de tumores de mama y se asocia con un peor pronóstico. Por lo tanto, este estudio muestra una actividad de la proteína PML inesperada en el cáncer de mama, pues en vez de mantener las células cancerosas bajo control, les suministra energía para sobrevivir. «Estos datos cambian nuestra visión sobre la proteína PML y nos ha conducido a estudiar si los fármacos que se utilizan para inhibir PML en leucemias pueden ser de utilidad en el tratamiento del cáncer de mama».

Las CM hematopoyéticas
El segundo estudio, llevado a cabo por Carracedo conjuntamente con Keisuke Ito, de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en la Universidad Yeshiva (Nueva York), ha definido por primera vez la contribución de la quema de grasas en el mantenimiento y la función de las células madre hematopoyéticas. Este trabajo, publicado el pasado mes en Nature Medicine, describe cómo las células madre hematopoyéticas necesitan altos niveles de quema de grasas para mantener su función.

De hecho, la inhibición farmacológica o genética de este proceso metabólico (regulado por PML y PPAR delta) resulta en la incapacidad de las células madre hematopoyéticas para suministrar células sanguíneas, mientras que su activación potencia la capacidad de estas células para mejorar la eficacia de trasplantes de médula ósea.

«La idea de que esta vía tenga relevancia en la función de la célula madre sanguínea es muy excitante, ya que abre la posibilidad de que, mediante el empleo de algunos de estos fármacos, podamos requerir menor cantidad de médula ósea para trasplantes, un material que es muy preciado y limitado. Esperamos que futuras investigaciones determinen si estos fármacos pueden llegar a ser una realidad para el paciente».

¿Qué hemos aprendido de estos estudios? La quema de grasas tiene una tremenda relevancia para las células normales y las cancerosas. Ambos estudios recogen el impacto de este proceso en diversos aspectos de la investigación biomédica: obesidad, cáncer de mama y función de las células madre hematopoyéticas.

«Pero, de manera importante, el proceso descrito tiene un gran potencial terapéutico. PML, los PPAR y la quema de grasas pueden ser modulados empleando compuestos que están en la farmacia de los hospitales o que ya han pa sado evaluaciones de toxicidad y tolerancia en pruebas clínicas. Por lo tanto, entender la relevancia de este proceso para la obesidad, la función de las células madre hematopoyéticas y el cáncer de mama podría desembocar en el uso de dichos fármacos para mejorar el tratamiento de tales enfermedades».
septiembre 9/2012 (Diario Médico)

septiembre 11, 2012 | Lic. Heidy Ramírez Vázquez | Filed under: Oncología | Etiquetas: , , , , |

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