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Científicos de la Universidad Strathclyde de Glasgow en Escocia (Reino Unido) han desarrollado un dispositivo para ir recogiendo la sangre que se va derramando -y, por ende, perdiendo- durante las intervenciones quirúrgicas y poderla aprovechar en la misma intervención.
Generalmente en las grandes operaciones se suelen perder grandes cantidades de sangre, lo que hace necesario recurrir a transfusiones que, en algunos casos, pueden acabar causando reacciones adversas en los pacientes. Además, esto también conlleva un coste ya que, como reconoce a la BBC el autor de este dispositivo, Terry Gourlay, «la sangre no es barata».
Este nuevo dispositivo, llamado «Hemosep», funciona de una forma sencilla y requiere poco trabajo. Por un lado incluye una pequeña máquina que agita la sangre para que no se coagule, aunque la pieza fundamental es una bolsa de plástico en la que se va depositando la sangre recuperada.
Esta bolsa funciona como una esponja química que absorbe todo el plasma no deseado gracias a una membrana de policarbonato, que deja pasar el plasma pero mantiene separados los componentes más importantes de la sangre, incluyendo importantes proteínas y factores de coagulación.
Según ha insistido el profesor Gourlay en declaraciones recogidas por Europa Press, el beneficio es claro ya que «es tu sangre».
Por el momento, «Hemosep» ya ha sido probado con éxito en Turquía, donde ha sido utilizado en más de 100 cirugías abiertas, y en Canadá, y el próximo paso es ponerlo a la venta en la Unión Europea, como parte de una sociedad entre la Universidad de Strathclyde y la compañía de instrumentos médicos Advancis.
agosto 23/2012 (Diario Salud)