La Fundación European Hydration Institute (EHI) ha divulgado una nota en que destaca la importancia de hidratarse durante los meses de verano para evitar que se produzcan calambres, golpes de calor o una posible hospitalización.

La EHI recuerda en el comunicado que un adulto que vive en un clima de temperaturas moderadas pierde unos 2 y 2,5 litros de agua al día a través de la respiración, el sudor, la orina y otras secreciones del cuerpo. En verano esta cantidad se puede llegar a duplicar, lo que puede suponer un problema importante si no se previene la pérdida.

«Es importante estar correctamente hidratado a lo largo del día e ingerir los suficientes líquidos y alimentos. No debemos olvidar que un 70-80% del agua que consumimos viene de las bebidas, mientras que el resto proviene de los alimentos», señala el miembro del Comité Científico Asesor del EHI y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra-Majem.

A medida que aumentan las temperaturas, aumenta el riesgo de deshidratación. Por ello, los síntomas deben ser vigilados, especialmente en niños, personas mayores, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, enfermos crónicos o aquellos que toman ciertos medicamentos que aumentan el riesgo de deshidratación.

Asimismo, la Fundación aconseja evitar salir a la calle durante las horas más calurosas del día, protegerse la cabeza del sol, llevar ropa ligera, reducir la intensidad y duración del ejercicio, cerrar las persianas durante el día y pedir consejo acerca de cualquier medicamento que se esté tomando, especialmente si aumentan el riesgo de deshidratación.

Por otra parte, recuerda la necesidad de controlar el peso, de reconocer los signos de deshidratación y los golpes de calor -dolores de cabeza o fatiga-, de ingerir líquidos aunque no se tenga sed, comer alimentos que sean ricos en agua y evitar el alcohol.

«No debemos olvidar que entre el 20 y el 30% del agua que necesitamos diariamente podemos obtenerla de las frutas y las ensaladas, que tienen hasta un 80-90% de agua», señala Serra-Majem.

Síntomas de la deshidratación
El signo más evidente de la deshidratación es la sed, pero existen otros síntomas, como el cansancio, palpitaciones debido al aumento del ritmo cardiaco, aumento de la temperatura corporal como consecuencia de la disminución del flujo sanguíneo a la piel y del sudor.

Estos síntomas pueden ser leves (sed, dolor de cabeza, debilidad, mareos y sensación de cansancio); moderados (sequedad en boca, lentitud en los movimientos, ritmo cardiaco acelerado, falta de la elasticidad de la piel) y graves (sed extrema, falta de orina, respiración agitada, alteración del estado mental, piel fría y húmeda. La deshidratación severa es una enfermedad potencialmente mortal que supone una emergencia médica.

Del mismo modo, otro de los aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de valorar un posible caso de deshidratación es el color de la orina: un color claro indica una buena ingesta de líquidos; un color oscuro muestra la necesidad de ingerir más.
agosto 1/2012 (JANO)

agosto 2, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Medicina Preventiva | Etiquetas: , , , , , |

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