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Las células de sangre de cordón umbilical (SCU) pueden convertirse en células neuronales funcionantes con la intervención de un único factor de transcripción, Sox2. Así lo ha demostrado un trabajo, que ha coordinado Juan Carlos Izpisúa, director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y del Laboratorio de Expresión Génica en el Instituto Salk, en La Jolla (California). «Este hallazgo abre las puertas a la medicina personalizada, que en este caso daría lugar a tratamientos de enfermedades neurodegenerativas como el mal de Alzheimer y/o de Parkinson», ha dicho Izpisúa a DM.
El estudio se ha llevado a cabo en colaboración con el también profesor del Instituto Salk Fred H. Gage, y refleja el proceso por el cual las células de SCU, que proceden del mesodermo, pueden transformarse en células ectodérmicas, de donde surge el cerebro, la médula espinal y las neuronas.
No es la primera vez que se obtienen células neuronales a partir de una somática; de hecho, diversas investigaciones han demostrado que los fibroblastos, con la acción de determinados factores de transcripción, pueden llegar a ser una variedad de tipos de células nerviosas. Sin embargo, «por primera vez se ha logrado la conversión directa de células de SCU en un linaje neuronal mediante la expresión de un único factor de transcripción», asegura el científico.
Mo Li, del laboratorio del Salk que dirige Izpisúa, y autor del trabajo, indica que «las células de SCU ofrecen ventajas con respecto a otras: al no ser embrionarias, evitan controversias; son más plásticas que otras células madre adultas como las de médula ósea, por lo que es más fácil convertirlas en líneas celulares específicas. Además, la recolección es segura e indolora, no plantea riesgos al donante y permite el almacenamiento para su uso posterior».
Con un retrovirus como vehículo, se introdujo el factor Sox2 en las células de SCU. Tras cultivarlas, expresaron marcadores neuronales. Estas células neuronales inducidas (iNC) podían transmitir impulsos eléctricos, característica de neuronas funcionales y maduras. El experimento se completó con la transferencia de las células en el cerebro murino, donde formaron una estructura similar a la neuronal, también capaz de generar potenciales de acción.
«Estas células no son para un linaje específico», explica Alessandra Giorgetti, del CMRB y primera firmante del estudio. «Hemos demostrado que solo con un factor de transcripción se pueden convertir células de SCU en células neuronales capaces de multiplicarse y diferenciarse en neuronas más maduras tanto en laboratorio como en el ratón».
Al margen de futuras implicaciones clínicas de esta línea de investigación, para tratar y estudiar enfermedades como alzhéimer, párkinson, esquizofrenia o autismo, una de las preguntas clave que se plantea se centra en el factor Sox2.
Como destaca Izpisúa, «hay dos posibilidades: una implica el hecho de que Sox2 es un factor de identidad neuronal y, por lo tanto, al crear un ambiente artificial similar al neuronal las células se convierten directamente en neuronas. La otra posibilidad que consideramos es que Sox2 sea un factor crucial en la desdiferenciacion celular, de forma que al utilizarlo borramos las marcas genéticas que definen una célula de cordón. En ese estadio en blanco podemos entonces dirigir las células a otro tipos celulares específicos, gracias a señales externas como puede ser un coctel químico con factores que promueven el desarrollo neuronal».
julio 16/2012 (Diario Médico)