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Una revisión de estudios constata que la incidencia real de la enfermedad es muy superior a la del diagnóstico, que algunos sondeos cifran en una horquilla situada entre el 3 y el 8 % de la población masculina.
La mayoría de los hombres con curvatura en el pene no buscan asistencia médica y no recibe tratamiento, a pesar de que casi 4 de cada 10 tiene relaciones sexuales insatisfactorias o dolorosas debido a este trastorno.
Así lo ha asegurado el director del Instituto de Medicina Sexual (IMS), Mariano Roselló, tras una revisión de estudios de su centro a partir de la cual ha constatado la dificultad de establecer la incidencia real de este trastorno, dada la disparidad de los datos recopilados.
A su juicio, esta enfermedad afecta «al menos a 1 de cada 20 hombres» pero, según un estudio publicado en Current Urology Reports, la incidencia podría ser de entre un 3 y 8 % de la población masculina. En cambio, otras investigaciones arrojan incluso cifras más elevadas, como la publicada en octubre de 2011 en la revista Advances in Urology, según la cual los síntomas afectan al 13 % de los hombres mayores de 18 años.
Los investigadores del Instituto RTI Health Solutions de North Carolina (Estados Unidos) destacan que la incidencia real de la enfermedad es muy superior a la del diagnóstico, ya que solo el 0,5 % de quienes la padecían visitó al especialista, según una encuesta realizada a 11 400 estadounidenses en la que, además, casi 4 de cada 10 encuestados señalaron que los síntomas interferían en su actividad sexual de forma notable.
En cualquier caso, el doctor Rosselló señala que «se trata de un trastorno infradiagnosticado» y, a su juicio, «muchos pacientes se resignan antes que buscar asesoramiento médico, en parte por vergüenza y en parte porque desconocen que se puede tratar».
Falta de tiempo o desconocimiento
Una investigación publicada en febrero en la ***Journal of Andrology subrayaba la falta de información sobre esta enfermedad como una de las causas del bajo diagnóstico. De igual modo, otro de los factores que dificulta el diagnóstico es que «a menudo se omite el interrogatorio sobre función sexual y la exploración genital en las consultas, bien por falta de tiempo o por desconocimiento», añade el director del IMS.
Su origen se desconoce con exactitud, aunque son muchos los factores que pueden estar implicados en ella, como predisposición genética, problemas vasculares, infección, ingestión de determinados fármacos, diabetes, hipertensión, sondajes, etc.
julio 9/2012 (JANO.es)
Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo del artículo a través de Hinari.
***Giorgio Cavallini, Giulio Biagiotti, and Cristoforo Lo Giudice. Association Between Peyronie Disease and Low Serum Testosterone Levels: Detection and Therapeutic Considerations. J Androl 2012 33: 381-388. Doi: 10.2164/jandrol.111.012948.
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Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo del artículo a través de Hinari.
Kadioglu A, Sanli O, Akman T, Canguven O, Aydin M, Akbulut F, Kucukdurmaz F. Factors affecting the degree of penile deformity in Peyronie disease: an analysis of 1001 patients. J Androl. 2011 Sep-Oct;32(5):502-8. Epub 2011 Jan 13.