El cáncer de páncreas es la cuarta causa de muerte en tumores, con una media de supervivencia de cuatro a seis meses. Su resistencia a la quimioterapia se debe, en parte, a una barrera biológica única, que el tumor crea alrededor de sí mismo.

Ahora, científicos del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, en Estados Unidos, han encontrado una manera de romper esa defensa; su investigación, publicada en Cancer Cell (10.1016/j.ccr.2012.01.007), constituye un gran avance potencial en el tratamiento de esta enfermedad.

Los investigadores combinaron en ratones (manipulados para que sus tumores de páncreas fueran similares a los del cáncer de páncreas humano) la gemcitabina -la quimioterapia estándar que se utiliza para el tratamiento del adenocarcinoma ductal pancreático- con una enzima llamada PEGPH20.

Esta combinación rompió la barrera de los tumores, lo que propició que la quimioterapia se extendiera libremente por el tejido canceroso. El resultado fue un aumento del 70% en la supervivencia de los ratones, después del inicio del tratamiento. «Se trata del mayor aumento de la supervivencia que hayamos visto en estudios realizados en un modelo preclínico, y rivaliza con los mejores resultados reportados en seres humanos», afirma Sunil Hingorini, miembro del Centro Hutchinson y autor principal de la investigación.

A diferencia de la mayoría de tumores sólidos, los tumores de páncreas se sirven de una defensa de dos vías para evitar la entrada de moléculas como las contenidas en la quimioterapia: un suministro de sangre muy reducido, y una fuerte respuesta fibroinflamatoria -esta última incluye la producción de fibroblastos, células inmunes y células endoteliales, que se incorporan a la densa y compleja matriz extracelular del tumor. Un componente importante de esta matriz es una sustancia llamada ácido hialurónico (AH), un glicosaminoglicano (un azúcar complejo que se produce naturalmente en el cuerpo, y es secretado en niveles extremadamente altos por las células del cáncer de páncreas).

Hingorani y sus colaboradores descubrieron que la respuesta fibroinflamatoria crea presiones de fluidos intersticiales, inusualmente altas, que colapsan los vasos sanguíneos del tumor, lo que a su vez impide que los agentes quimioterapéuticos entren en los tumores. Los investigadores descubrieron que el AH es la principal causa biológica de las presiones elevadas que conducen al colapso de los vasos sanguíneos.

La administración de la combinación de la enzima y la gemcitabina degrada el AH en la barrera del tumor, redujo la presión del fluido intersticial, lo que a su vez abrió los vasos sanguíneos y permitió que altas concentraciones de quimioterapia llegaran al tumor.

«El hecho de que los medicamentos llegaran al tumor resultó en una mejoría de la supervivencia, constatando que el cáncer de páncreas pueden ser más sensible a la quimioterapia convencional de lo que pensábamos», añade Hingorani.
marzo 20/2012 (Jano)

Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.

Paolo P. Provenzano, Carlos Cuevas, Amy E. Chang, Vikas K. Goel, Daniel D. Von Hoff, Sunil R. Hingorani. Enzymatic Targeting of the Stroma Ablates Physical Barriers to Treatment of Pancreatic Ductal Adenocarcinoma. Cancer Cell. 21(3) pp. 418 – 429. Mar 20/2012

marzo 21, 2012 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Investigaciones | Etiquetas: , , , |

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