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Una investigación española establece una relación directa entre el estrés oxidativo y el queratocono. A partir de estos datos, las investigaciones pueden avanzar en el desarrollo de terapias más específicas y preventivas.
El queratocono es una enfermedad degenerativa que afecta a los dos ojos, debuta generalmente en edad adolescente y, si no se trata, puede causar graves pérdidas de visión en pacientes jóvenes y laboralmente activos. Gracias a los avances en los últimos años se han desarrollado tratamientos como el implante de anillos intracorneales, que retrasan e incluso llegan a evitar en ocasiones la necesidad de un trasplante de córnea. En este escenario, los estudios actuales se centran en el desarrollo de estrategias preventivas.
Un buen ejemplo de ello lo representa un estudio de la Fundación Oftalmológica del Mediterráneo (FOM), de Valencia, que ha revelado la implicación de procesos oxidativos en la ceguera corneal causada por queratocono. El estudio, publicado en Investigative Ophthalmology & Visual Science (doi:10.1167/iovs.11-7732) , abre una nueva línea de investigación para el desarrollo de tratamientos y fármacos preventivos para la enfermedad.
Según ha explicado Cristina Peris, subdirectora médico e investigadora de la Unidad de Enfermedades de la Córnea y del Segmento Anterior de la FOM, «se comenzó a analizar si el estrés oxidativo participaba o tenía implicación, ya que la FOM tiene mucha experiencia en este ámbito».
Para comprobarlo, se inició un estudio piloto con animales de experimentación, en concreto conejos de la raza New Zealand. «Se hizo un estudio con dos grupos de conejos a los que se les provocaba una lesión corneal, tratando a un grupo con un colirio con propiedades antioxidantes y al otro, con un colirio placebo para establecer comparaciones». Posteriormente se pasó a la experimentación con humanos, centrada en los botones corneales procedentes de pacientes con queratocono que necesitaban un trasplante. «Se estudiaron entre 15 y 20 botones de este tipo y se compararon con restos de córneas humanas sanas», ha señalado Peris.
En los laboratorios de la FOM se analizaron con técnicas de inmunohistoquímica diferentes parámetros para estudiar la actividad antioxidante total y otros marcadores de estrés oxidativo en muestras de córnea humana. «Nos centramos en productos de la peroxidación lipídica, glutatión, 4-hidroxinonenal y concentración de nitritos. Se observó si había diferencias significativas entre ambos grupos».
Otro hallazgo interesante fue que «parte de las córneas analizadas procedían de ectasias asociadas a pacientes intervenidos mediante cirugía refractiva y se obtuvieron resultados similares que en pacientes con queratocono natural». A partir de ambos trabajos se ha comprobado qué vías y mecanismos de estrés oxidativo implicados en el desarrollo de otras enfermedades, como pueden ser las neurológicas degenerativas o la diabetes mellitus, también forman parte del queratocono. Peris ha señalado que, «dado que el estudio es preliminar, no es posible identificar aún cuáles son las vías o mecanismos definitivos, pero sí que abre una línea de investigación para desarrollar fármacos preventivos».
Los resultados de futuras investigaciones podrán dar origen a colirios u otras terapias que evitarán o mejorarán la progresión de estas enfermedades en un horizonte temporal de tres a cinco años. De hecho, la FOM y la Universidad de Oslo (Noruega) trabajan conjuntamente en un proyecto europeo para la elaboración de un colirio con propiedades antioxidantes que actúe en la superficie ocular e inhiba el proceso de oxidación, evitando la pérdida de transparencia de la córnea.
El queratocono es una enfermedad de la córnea consistente en un adelgazamiento y abombamiento de la ventana corneal. Tiene un carácter progresivo y en estadios avanzados puede causar ceguera y necesitar un trasplante. También se caracteriza por afectar especialmente a jóvenes con vida laboral muy activa; de hecho, es una de las causas más frecuentes de trasplante en jóvenes.
Afortunadamente, la ceguera corneal es la primera causa de ceguera tratable del mundo. Cada año en Europa hay 40 000 personas invidentes en espera de un trasplante de córnea. Como centro de referencia en cuanto al tratamiento de esta enfermedad y primer hospital de la región en número de trasplantes de córnea realizados al año, la FOM ha apostado por la búsqueda de alternativas en el estudio de nuevas estrategias para la regeneración celular del tejido corneal. Ello ha sido posible gracias a las sinergias creadas entre el grupo de investigación en envejecimiento y neurodegeneración dirigido por Francisco Javier Romero, y formado también por las investigadoras Emma Arnal y Siv Johnsen-Soriano, y el grupo de investigación clínica en superficie ocular de Cristina Peris.
octubre 30/2011 (Diario Médico)
Emma Arnal, Cristina Peris-Martínez, José Luis Menezo, Siv Johnsen-Soriano, Francisco Javier Romero. Oxidative stress in Keratoconus? IOVS octubre 3/2011; 11-7732.