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Investigadores de la Universidad de Ohio en colaboración con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, están trabajando en un proyecto computacional para predecir el cólera, enfermedad que se está reavivando en estos momentos en Haití coincidiendo con la temporada de lluvias. La investigadora Marisa Eisenberg describe los primeros resultados de este modelo en la reunión anual de la Asociación Ecológica de América, celebrada en Austin, en Estados Unidos.
Una de las cuestiones fundamentales es averiguar por qué medio se está propagando la enfermedad, bien sea por el agua contaminada, bien sea a través del contacto humano. Este conocimiento permitirá a la CDC y a las agencias de ayuda administrar mejor los recursos limitados para luchar contra el cólera. Los investigadores del CDC también esperan identificar los patrones de brotes de cólera y los puntos calientes con el fin de controlar la enfermedad. Para ello están creando algoritmos matemáticos mediante mapas de montaje, donde se anota el recorrido de la enfermedad, y a través de software, que pronostica los nuevos casos teniendo en cuenta factores como la población, las fuentes de abastecimiento o los viajes. Los datos proceden de los hospitales de la zona, de Naciones Unidas o de Unicef. Los científicos esperan obtener nuevos resultados de cara al próximo otoño y poder aplicar este modelo informático a países del sudeste asiático o a la República Democrática del Congo.
El CDC ya realizó un primer acercamiento a este sistema informático en noviembre de 2010. Uno de los científicos que formaba parte del proyecto era Joseph Tien, profesor de matemáticas del Estado de Ohio, quien previamente había identificado los patrones en los datos de la epidemia de cólera ocurrida en Londres en el siglo XIX. En ese nuevo estudio, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, Eisenber y Thien junto a colaboradores canadienses descubrieron la naturaleza cíclica de la enfermedad: cuando una nueva cepa de cólera invade un país, suele saldarse con pocos casos hasta que entra en erupción con mayores brotes al verano siguiente.
\»Antes del terremoto no se había informado de la enfermedad del cólera en Haití. En estos momentos existen un montón de factores a considerar que varían desde condiciones ambientales que afectan a la capacidad de la bacteria para persistir en cuerpos de agua, pasando por la calidad del agua, el saneamiento de las diferentes localidades o las infecciones derivadas de la inmunidad. Tenemos la esperanza de utilizar las matemáticas para componer el rompecabezas\».
Tien, Eisenberg y el equipo de Ohio viajaron a Haití para establecer contacto con las autoridades de salud locales y comenzar a recopilar datos de los hospitales, sobre todo del Hospital Albert Schweitzer, el principal centro médico de una población de casi 350 000 personas situado en el centro de la isla.
\»Parte de la dificultad de obtener datos precisos, sobre todo durante la primera ola de la epidemia, reside en que los hospitales son pequeños, con pocos fondos, se llenan rápidamente y no todo el mundo llega a un centro de tratamiento. Aún así, el personal médico intenta mantener un registro detallado de los pacientes\», explica Eisenberg.
Otro de los inconvenientes que dificultan el seguimiento de la enfermedad reside en el hecho de que un pueblo pueda abastecerse de agua a partir de diversas fuentes: un río cercano, un pozo excavado en la carretera, etc. \»Las familias viajan varias veces al día para recoger aguan y llevarla a casa.\»
Agosto 12/2011 (Diario Médico)
Ashleigh R. Tuite, Joseph Tien, Marisa Eisenberg, David J.D. Earn, Junling Ma.Cholera Epidemic in Haiti, 2010: Using a Transmission Model to Explain Spatial Spread of Disease and Identify Optimal Control Interventions. Publicado en Annals of Internal Medicine; 154:593-601. Mayo3/2011