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Un equipo de científicos ha identificado más de 30 compuestos con efectos prometedores contra múltiples cepas del parásito que causa el paludismo, según un artículo que publica la revista Science (DOI: 10.1126/science.1205216 ).
Un aspecto importante de esta investigación es que los parásitos probablemente tengan opciones limitadas para desarrollar su resistencia a estos compuestos.
El paludismo o malaria es una enfermedad causada por un parásito Plasmodium, que se trasmite por la picadura de un mosquito infectado. Sólo el género anofeles del mosquito transmite el paludismo, la primera en importancia de las enfermedades debilitantes, con más de 210 millones de casos cada año en todo el mundo.
Según el informe regional más reciente de la Organización Panamericana de la Salud, en 2008 se registraron en las Américas 560 298 casos de paludismo, 30 % menos de los notificados a la OPS por los Estados miembros en 2007.
A partir de 2005 se ha registrado en la región un descenso importante de la transmisión de esta enfermedad que incapacita y reduce la calidad de vida de una porción importante de la población del continente.
Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza. La forma clásica de manifestación en el organismo es fiebre, sudoración y escalofríos que aparecen de 10 a 15 días después de la picadura del mosquito.
Entre los compuestos usados más comúnmente para combatir el parásito se cuentan la cloriquina y la artemisina, pero ya hay cepas del parásito que desarrollan su resistencia a estos compuestos.
Jing Yuan, del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Contagiosas, y sus colegas buscaron nuevos compuestos contra el paludismo o combinaciones de ellos que pudieran ser eficaces a largo plazo.
Los investigadores emplearon un método de análisis de alto rendimiento en la prueba de casi 3000 compuestos cuyo uso para humanos y animales está aprobado, y encontraron 32 compuestos, altamente activos, que inhiben el crecimiento de al menos 45 cepas diferentes de parásitos del paludismo en todo el mundo.
A continuación, los investigadores analizaron el genoma de 61 cepas del parásito y determinaron que las muchas diferencias en sus respuestas a los compuestos están relacionadas con sólo tres genes.
Finalmente, identificaron los compuestos que debían ser útiles, usados en conjunto, porque los compuestos actúan sobre la formas normales y sobre las formas mutantes del mismo tejido.
Por ejemplo, explicaron los investigadores, la cloriquina actúa sobre el gen transportador resistente a la cloriquina (Pfcrt) en el tipo silvestre del parásito y el mibefradil actúa sobre la forma mutante del gen.
Estos descubrimientos, señaló el artículo, ofrecen esperanzas de tratamiento contra los parásitos resistentes a la cloriquina.
Además, dado que las mutaciones del Pfcrt ya afectan enormemente al parásito, es posible que éste no pueda cambiar y adaptarse una vez más bajo la presión de los dos compuestos.
Washington, 4 ago (EFE).-
Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2011 \»Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.\»
Yuan J, Cheng KC, Johnson RL, Huang R, Pattaradilokrat S. Chemical genomic profiling for antimalarial therapies, response signatures, and molecular targets.Publicado en Science ;333(6043):724-9.Agosto 5/2011