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El fracaso en la lucha contra el persistente consumo de alcohol podría llevar a cientos de miles de personas más a morir por enfermedad hepática en Gran Bretaña que en muchos otros países europeos, informaron expertos en salud el lunes.Acusando a los ministros británicos de servir a los intereses de los productores de bebidas alcohólicas, importantes médicos dijeron que Francia había registrado un \»éxito fenomenal\» en la reducción de las tasas de muerte, en parte debido a que limitó la disponibilidad de alcohol barato.
En tanto, en el Reino Unido la industria del alcohol y los minoristas \»dependen de personas que arriesgan su salud por ganancias\», indicaron.
En el peor de los casos, podrían perderse 250 000 vidas adicionales sólo en Inglaterra y Gales debido al alcohol en los próximos 20 años, a menos que se apliquen restricciones, señalaron los expertos en la revista The Lancet.
\»¿Cuántas personas más tienen que morir por condiciones relacionadas con el alcohol y cuántas familias más tienen que quedar devastadas por las consecuencias antes de que el Gobierno tome la situación con la seriedad que tomó los peligros del tabaco?\», cuestionó Ian Gilmore, expresidente del Royal College of Physicians.
Gilmore es coautor del informe junto con Nick Sheron, de la Universidad de Southampton, y Chris Hawkey, de la Universidad de Nottingham.
\»Ya sabemos por la evidencia internacional que las principales formas de reducir el consumo de alcohol son el aumento de los precios y la reducción de la disponibilidad del alcohol, aun cuando el Gobierno sigue debatiendo la implementación de medidas marginales mientras ignora esta evidencia\», añadió.
Según los especialistas, Gran Bretaña, Holanda, Suecia, Noruega, Australia y Nueva Zelanda tienen culturas, contextos genéticos y hábitos relacionados con la bebida muy similar, y hasta mediados de la década de 1980 también tenían tasas de muerte por enfermedad hepática parecidas.
Pero mientras que las tasas de muerte por dolencia hepática se mantuvieron bajas desde entonces en la mayoría de esos países, en Gran Bretaña crecieron más del doble: de alrededor de 4,9 de cada 100 000 personas a 11,4 de cada 100 000 en la actualidad.
Con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas del 2008 sobre muertes por enfermedad hepática relacionadas con el consumo de alcohol como base, los expertos delinearon el mejor escenario, en que esos decesos se reducirían al mismo ritmo que en Francia, llegando a 22 000 muertes menos de ese tipo en total en Gran Bretaña para el 2019.
El peor caso conduce a unas 8900 muertes hepáticas más para ese mismo año.
En 20 años, la diferencia entre ambos puntos sería de 77 000 muertes por enfermedad hepática, indicaron los expertos, y el 80% de ellas sería en personas menores de 65 años.
Más allá de las muertes por enfermedad hepática, para tener en cuenta daños más amplios del consumo de alcohol, una \»estimación conservadora\» de la diferencia entre el mejor y el peor de los casos sería entre 160 000 y 250 000 vidas perdidas o salvadas en 20 años, agregaron.
Los expertos manifestaron que es \»relativamente sencillo\» para los gobiernos controlar el consumo de alcohol, a través de aumentos de precios, cambio de lugares en que se venden las bebidas alcohólicas y otras restricciones.
El gobierno británico prometió prohibir la venta de alcohol por debajo del costo e incrementar los impuestos sobre algunas de las cervezas más fuertes, pero Gilmore y sus colegas dijeron que esas medidas serán \»inconsistentes por la pequeña fracción de ventas que quedan dentro de cada categoría\».
\»Estas políticas sugieren (…) que el Gobierno sigue demasiado cerca de la industria y carece de una aspiración clara por reducir el impacto en las personas y en la sociedad de la venta de alcohol barato y de fácil y amplio acceso\», escribieron.
Londres, febrero 21/2011 (Reuters)
NOTA: Los lectores del dominio *.sld.cu pueden consultar el artículo completo a través de Hinari, en la edición del 21 de febrero del 2011.