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El uso de óxido nitroso, conocido como gas hilarante, durante el parto fue prácticamente descartado en Estados Unidos hace décadas y solamente dos hospitales -uno en San Francisco y otro en Seattle- todavía lo ofrecen, pero se está retomando la posibilidad de su utilización en las salas de parto como anestésico.
El Centro Médico Dartmouth-Hitchcock planea su uso, el Gobierno federal está revisándolo y después llegará al mercado el equipo necesario para su administración.
Aunque el óxido nitroso se usa comúnmente para aliviar los dolores de parto en Canadá, Gran Bretaña y otros países, se abandonó en Estados Unidos a favor de otras opciones como las epidurales, dijo Judith Bishop, una enfermera partera en el Centro Médico de la Universidad de California en San Francisco y líder en el esfuerzo por volver a aplicar el óxido nitroso para el parto.
Con una epidural, la medicación para bloquear el dolor penetra por un tubo en el espacio que rodea la médula ósea. Como debe ser administrada por un anestesista, es significativamente más cara que el óxido nitroso. Ambos están cubiertos por el seguro médico.
\»En este país la mayoría cuando oye hablar del nitroso piensa que es algo del pasado y que es peligroso si es que se ha eliminado, pero creo que lo descartamos en busca de opciones más especializadas\», opinó Bishop, que estará en una conferencia para autoridades de hospitales de New Hampshire, Vermont y Maine.
Tanto ella como otros partidarios de reincorporar el método admiten que no es ninguna solución mágica, pero creen que debería estar entre las opciones ofrecidas en particular a quienes paren en hospitales pequeños o rurales que no tienen anestesistas 24 horas al día.
\»El gas hilarante es fácil para ser autoadministrado, surte efecto inmediatamente y puede usarse bien avanzado el parto. No es para todas, pero es algo que dará una cuota de alivio a muchas mujeres\», afirmó Bishop.
Concord, New Hampshire, Estados Unidos, febrero 12/2011 (AP)