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El paludismo se podría erradicar en un plazo de veinte años, afirmó el científico español Pedro Alonso en Barcelona (noreste de España), donde presentó las conclusiones de un proyecto, que marca las claves para interrumpir definitivamente el proceso que causa la enfermedad.En una rueda de prensa, Alonso, director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona, explicó que las conclusiones de la iniciativa \»Malaria Eradication Research Agenda (malERA)\», publicadas en la revista PLoS Medicine (doi:10.1371/journal.pmed.1000412), establecen las prioridades de investigación y desarrollo que identifica las principales lagunas de conocimiento y fija las herramientas necesarias para acabar con la enfermedad.
MalERA, cuya secretaría técnica ostenta el investigador español, se constituyó tras un llamamiento para acabar con el paludismo en el \»Malaria Forum\», organizado en octubre del 2007 por la Fundación Bill & Melinda Gates. Entonces se consideró que con las herramientas actuales se pueden lograr avances significativos en la reducción del número de casos clínicos y muertes causados por el parásito del paludismo, e incluso eliminar la enfermedad en algunas regiones.
En este trabajo, una especie de \»libro blanco\» para la erradicación de la enfermedad que ha tardado más de dos años en elaborarse, han participado más de 250 expertos de 36 países que han asistido a una veintena de encuentros para tratar sobre este mal y sus posibles soluciones.
Alonso, uno de los grandes expertos en la enfermedad, precisó que malERA no prescribe actividades específicas, sino que propone una visión común entre instituciones de investigación y organismos financiadores respecto al futuro de la investigación y los avances relacionados con el paludismo, con la erradicación como meta final.
Se estima que para erradicar la enfermedad, que causa cada año millones de muertes, serían necesarios 6000 millones de dólares anuales, comparado a los 1200 millones de dólares que se gastan en la actualidad para investigar sobre el paludismo.
No es la primera vez que la comunidad internacional se propone acabar con este mal, ya que en 1955 la Organización Mundial de la Salud (OMS) aplicó el \»Global Malaria Eradication Programme (GMEP)\», que cerró 14 años después sin éxito.
Sobre las herramientas que más contribuirían a terminar con la enfermedad, el científico destacó que una vacuna con impacto para reducir la transmisión y un fármaco profiláctico de al menos seis semanas serían dos elementos prioritarios, junto con estrategias para controlar el mosquito transmisor. También es importante cultivar in vitro y estudiar el Plasmodium vivax (uno de los parásitos causantes de la más frecuente forma de paludismo benigno con una expansión casi universal, a la que se ha dado poca importancia) así como detectar qué mecanismos son los que hacen posibles la persistencia de este parásito de forma latente en el hígado durante muchos años.
Son necesarias vacunas dirigidas contra diferentes estadios del ciclo de vida del parásito, o contra el mosquito, con el objetivo principal de interrumpir la transmisión, y nuevas aproximaciones al control del vector.
Según Alonso, se necesitan también modelos matemáticos para poder predecir resultados ante determinadas intervenciones y herramientas para controlar y evaluar las estrategias.
Para este científico, eliminar el paludismo es un trabajo a largo plazo, aunque ya hay precedentes de erradicación de enfermedades como la viruela.
El paludismo es una enfermedad endémica en cien países del mundo, donde viven más de la mitad de la población mundial, con una prevalencia entre los 300 y 500 millones de casos y entre uno y tres millones de muertes al año, con una mayor incidencia en el África subsahariana, según los expertos.
Pedro Alonso es director también del Centro de Investigación de Salud de Manhisa (Mozambique), ganador en el 2008, junto a otros centros investigadores, del prestigioso Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
El centro de Manhisa ha desarrollado en los últimos años una vacuna con buenos resultados para minimizar los riesgos del paludismo.
Barcelona, España, enero 28/2011(EFE)