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Miembros del Partido Republicano en la Cámara de Representantes votaron contra la reforma de Salud aprobada por el Congreso en el 2010 a propuesta del presidente Barack Obama.El esperado desenlace fue de 245 a favor contra 189 en contra. Los republicanos alegan que la derogación es precisa porque evitaría al gobierno hacerse cargo del sistema de salud, elevar los impuestos y eliminar plazas de trabajo, algo aparentemente lejos de la realidad.
Los intentos de la oposición de revocar la normativa, aunque simbólicos por su incapacidad a nivel federal de darle marcha atrás al texto, encierran una dosis de veneno para sectores del país. Al respecto, el secretario del Tesoro, Tim Geithner, dijo que la acción emprendida por la oposición es negativa para las empresas y la economía. Pero en el peor de los casos su consumación impediría que 32 millones de estadounidenses tengan acceso a cobertura médica.
Un informe publicado hace varias semanas por la Oficina de Presupuesto del Congreso asegura que eliminar este código sumaría 230 mil millones de dólares al déficit de la economía nacional.
Este miércoles la Casa Blanca señaló que la abolición de la reforma de salud dañaría a nueve millones de latinos y solicitó el apoyo de esa comunidad para oponerse a los intentos republicanos de anular o entorpecer su aplicación en los estados.
La secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, llamó a la población a desafiar en los próximos dos años la ofensiva republicana y amparar los beneficios de la nueva ley.
Según estadísticas gubernamentales, de los cerca de 50 millones de personas sin seguro médico alrededor de 16 millones son hispanos.
Aunque el voto republicano en la Cámara fue reprobatorio, la oposición no alberga muchas perspectivas de que el Senado sancione la medida.
Fuentes del legislativo estiman que los republicanos solo tratan de cumplir una promesa electoral.
Ahora enfrentarán la oposición del Senado, donde los demócratas aún mandan. Además, si logran pasar allí, Obama indudablemente usará su derecho de veto para evitar la derogación.
Washington, enero 20/2011 (PL)
Neurocirujanos del Centro Médico de la Universidad Rush utilizan un nuevo dispositivo para tratar aneurismas cerebrales, el cual mejora el acceso a los vasos sanguíneos a través de una técnica mínimamente invasiva en pacientes complejos.
El doctor Demetrius Lopes, un neurocirujano endovascular del Centro Rush de Chicago, fue el primero en Estados Unidos en utilizar el nuevo sistema denominado \»Neuroform EZ Sent\», según informó la institución.
Un aneurisma cerebral es una protuberancia anormal hacia el exterior de una pared de la arteria que corre el riesgo de ruptura, lo que puede causar graves daños cerebrales o la muerte.
Los cirujanos endovasculares utilizan como tratamiento los stents, una pequeña sonda para abrir un vaso sanguíneo o reforzar su pared. Este procedimiento reduce las posibilidades de rotura del aneurisma y mantiene un adecuado flujo de la sangre. Pero es difícil de realizar en casos complejos, ya que puede ser engorroso navegar por el stent a través de las vueltas de los vasos sanguíneos.
La otra única opción para la reparación es de recorte, un procedimiento que requiere una craneotomía, es decir, una cirugía del cráneo.
En tanto, el nuevo \»Neuroform EZ Stent\» utiliza la misma tecnología del actual stent, pero emplea un sistema modificado para hacerlo más flexible y adaptable a las ayudas en el acceso a venas aún más pequeñas y más profundas del cerebro.
El nuevo dispositivo cuenta con un sistema de transferencia que consiste en que el catéter, inicialmente vacío y por lo tanto más flexible, se inserta en la arteria de la pierna, y navega a través de los vasos sanguíneos en el cuerpo hasta el cerebro. Una vez que está correctamente alineado, se despliega y se coloca en su posición.
Con la mejora del acceso a los vasos sanguíneos más pequeños, Lopes cree que el sistema será especialmente beneficioso para el tipo más común de aneurisma, llamado aneurisma de bifurcación, que es un debilitamiento de la pared donde la arteria se divide en ramas.
El procedimiento es menos invasivo y requiere menos tiempo de recuperación que la cirugía abierta para reparar el aneurisma. Los beneficios adicionales incluyen la pérdida mínima de sangre y la opción para la anestesia local.
Los pacientes que no tienen un aneurisma roto antes del tratamiento pueden salir del ingreso hospitalario el día después del procedimiento y volver a su rutina en pocos días, explicó Lopes.
Chicago, enero 20/2011 (Notimex)
aneurismas cerebrales, stent, neurocirugía