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La Inspección General de Asuntos Sociales (IGAS) de Francia debe entregar al ministro de salud, Xavier Bertrand, los resultados de una investigación sobre el antidiabético Mediator.A finales del año pasado el titular encomendó al organismo un informe sobre todo lo concerniente a la comercialización, vigilancia, daños, entre otros elementos que se relacionan con este fármaco, vendido en la nación gala durante más de 30 años.
De acuerdo a algunos informes divulgados en Francia, el Mediator, recomendado para el tratamiento de diabéticos con sobrecarga ponderal y también para la obesidad, está relacionado con la muerte de 500 a 2000 personas por hipertensión arterial pulmonar y problemas en las válvulas cardíacas.
Los perjuicios del medicamento de la farmacéutica Servier fueron advertidos desde 1998 y el diario Mediapart evocó sospechas que se remontan a 1995. Sin embargo, solo fue retirado de la venta en el 2009.
Este producto, familia de las fenfluraminas, suspendido de la venta en algunos países por sus efectos secundarios, es químicamente cercano al Isoméride, elaborado igualmente por Servier y prohibido en 1997.
Según el diario Le Figaro, un estudio encomendado por la Agencia Europea de Medicamentos a los especialistas italianos Giuseppe Pimpinella y Renato Bertini reveló la similitud tóxica entre el Isoméride y el Mediator. El rotativo divulgó además que en 1998 tres clínicos de la Seguridad Social alertaron a las autoridades sanitarias francesas sobre la nocividad del Mediator. Los especialistas advirtieron sobre el uso de un compuesto de estructura anfetamínica utilizado para perder peso.
Este fármaco es además responsable de unas 3500 hospitalizaciones, según un escrito confidencial de la Caja Nacional de Seguro de Enfermedad.
Se especula cuanta culpa tienen los políticos, los conflictos de intereses y el propio presidente francés, Nicolás Sarkozy, pidió una investigación exhaustiva. La Agencia de Seguridad Sanitaria (Afssaps), cuyo director general, Jean Marimbert, pidió su dimisión, está en el centro del escándalo.
Comercializado por más de 30 años por Servier, fue consumido por unas cinco millones de personas durante un período de 18 meses como promedio, de acuerdo con cifras de la Agencia de Seguridad Sanitaria.
Mientras la justicia gala abrió un expediente judicial por acusaciones referidas a este escándalo, la directora general de Servier, Lucy Vincent, admitió los posibles daños del producto pero desestimó las cifras de fallecimientos que se le imputan.
París, enero 18/2011 (PL)