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El virus de la gripe A (H1N1) está comenzando a mutar y una nueva forma ha comenzando a predominar en Australia, Nueva Zelanda y Singapur, informaron investigadores.
Se requieren más estudios para ver si esta cepa es más propensa a causar muertes y si la vacuna actual puede proteger de ella completamente, dijo el equipo de investigadores de Ian Barr, del Centro de Colaboración para la Referencia e Investigación de la Influenza de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Melbourne, Australia.
\»Sin embargo, podría representar el comienzo de un giro antigénico más drástico en los virus de la influenza pandémica A (H1N1), lo que requeriría una actualización de la vacuna más pronto de lo que se hubiera pensado\», escribieron los expertos en la publicación Eurosurveillance.
Posiblemente sería más letal y capaz de infectar a más personas vacunadas, añadieron.
Los virus de la gripe mutan constantemente, razón por la que las personas deben volver a vacunarse contra la influenza cada año.
Desde que emergió en marzo de 2009 y se expandió por el mundo, el virus de la gripe A (H1N1) ha sido muy estable y casi no ha presentado mutaciones.
Científicos de todo el mundo están atentos ante la posibilidad de que surjan nuevas cepas de la influenza especialmente peligrosas.
Aunque la gripe A (H1N1) no resultó particularmente letal, se expandió por el mundo en semanas y causó más muertes de niños y adultos jóvenes que las cepas estacionales.
La OMS declaró la pandemia en agosto de 2009, pero la H1N1 ahora se comporta como la principal cepa estacional en todo el mundo excepto en Sudáfrica, donde la influenza H3N2 y la B son las cepas más comunes.
La vacuna de la gripe estacional actual protege contra las cepas H1N1, H3N2 y la influenza B.
\»El virus ha cambiado poco desde que emergió en 2009, no obstante, en este informe describimos varias modificaciones genéticas distintivas en el virus de la influenza pandémica H1N1\», señaló el equipo de especialistas dirigidos por Barr.
\»Estas variaciones se detectaron primero en Singapur a comienzos de 2010 y luego se diseminaron por Australia y Nueva Zelanda\», añadieron los investigadores.
Los cambios aún no son importantes, según los expertos. Pero se han registrado algunos casos de personas que se vacunaron y aún así se infectaron, y también algunas muertes.
La OMS señala que en todo el mundo se confirmaron 18 450 muertes por la gripe H1N1, incluidas las de muchas embarazadas y personas jóvenes.
No obstante, la agencia considera que se necesitará por lo menos un año después de terminada la pandemia para establecer la tasa real de muertes, que sería mucho mayor.
La influenza estacional provoca unas 500 000 muertes anuales, el 90% entre personas mayores con salud frágil, según la OMS. La pandemia de 1957 causó unos 2 millones de decesos y la de 1968, un millón.
Washington, octubre 24/2010 (Reuters)