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Los dispositivos intrauterinos (DIU) pueden servir no solo para prevenir embarazos, sino también para tratar el cáncer de endometrio en fase precoz y permitir así a muchas enfermas en edad fértil evitar la pérdida del útero, los ovarios y poder concebir un embarazo.
Así lo afirma una investigación publicada en la revista Annals of Oncology. El estudio realizado por médicos del Instituto Europeo de Oncología de Milán, Italia, que utilizaron con éxito un DIU para suministrar directamente progesterona al endometrio de mujeres con hiperplasia endometrial atípica -precursora del cáncer- y cáncer endometrial en fase precoz.
El cáncer de endometrio es el sexto más común en las mujeres, con 287 630 casos diagnosticados en el mundo en 2008 -el 4,8% de todos los cánceres femeninos- y 74 170 de las defunciones -un 2,2% de las muertes femeninas por cáncer.
Normalmente, la única alternativa es una histerectomía, proceder quirúrgico donde se hace la extracción del útero y los ovarios, lo que supone el final de la vida fértil de la mujer.
El tratamiento consistió en colocarle a las mujeres un DIU, uno de los métodos anticonceptivos más comunes, con la hormona levonorgestrel (progesterona) durante un año, combinado con una inyección mensual de hormona liberadora de gonadropina (GnRH) durante seis meses, según el estudio.
El levonorgestrel intrauterino inhibe el crecimiento del revestimiento endometrial del útero, mientras que la GnRH detiene la producción de estrógeno, la hormona que facilita el desarrollo del cáncer endometrial.
En el ensayo, realizado en 34 pacientes con edades comprendidas entre 20 y 40 años, la enfermedad desapareció en el 95% de las mujeres que sufrían hiperplasia y en el 57% de las afectadas con un cáncer de endometrio en fase precoz, dijo a EFE el ginecólogo-oncólogo argentino Lucas Minig, autor principal del estudio.
Después del tratamiento, nueve de las mujeres quedaron embarazadas y de 11 embarazos nacieron nueve niños.
Minig, quien trabaja hoy en la Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Universitario Madrid Sanchinarro, explicó que el ensayo llevado a cabo con 34 mujeres debe hacerse ahora a nivel internacional en varios centros y con muchas más pacientes, por lo que habrá que esperar \»varios años, entre cinco y diez\», para que el tratamiento pueda aplicarse.
Una terapia hormonal por vía oral para retrasar el crecimiento del tumor es menos eficaz y puede tener efectos secundarios adversos como reacciones alérgicas, náuseas, vómitos, cefaleas y un sangrado uterino anormal, señaló Minig.
El científico afirmó que el nuevo tratamiento es en realidad una solución \»transitoria\» para pacientes que desean quedar embarazas, ya que una vez completada la familia se recomienda una histerectomía para evitar problemas a largo plazo.
Solo podrá beneficiar a un número \»limitado\» de mujeres, ya que las pacientes deben ser seleccionadas con cuidado y evaluadas mediante laparoscopia, ultrasonido y resonancia magnética para asegurar que su cáncer no se ha diseminado, y deben estar sometidas a un estricto seguimiento en un centro oncológico.
Los resultados del ensayo también abren un nuevo campo de investigación sobre la posibilidad de suministrar medicamentos directamente a un órgano, según el estudio.
Redacción internacional, octubre, 2/2010 (EFE)