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Tres décadas después de haber puesto fin a la viruela, médicos y otros expertos se darán cita esta semana en Río de Janeiro para evaluar las lecciones a aplicar en las campañas contra otras enfermedades.Mientras el médico Ciro de Quadros trabajaba para la Organización Mundial de la Salud en Etiopía, a comienzos de los años 70, una vez él y su equipo caminaron durante 26 días por la frontera sudanesa para investigar la propagación de un brote de viruela y vacunar a quienes pudieran haber estado en contacto con la enfermedad.
En esa época era muy difícil acceder a esa zona, dijo, agregando que los esfuerzos de erradicación insumieron seis años, solo interrumpidos por el derrocamiento del emperador Haile Selassie, en 1974.
Luego De Quadros se mudó a Somalia, donde el contagio cesó en 1977. El último caso detectado logró contenerse, convirtiendo a la viruela en la primera enfermedad infecciosa en ser totalmente erradicada del planeta.
Pero De Quadros no estaba solo en la lucha contra este mal, que ya había causado la muerte a una incontable cantidad de personas desde por lo menos el año 1000 antes de Cristo, incluidos unos 50 millones de nuevos casos cada año en la década de 1950.
El médico Walt Orenstein, por ejemplo, vio el último caso en el norteño estado indio de Uttar Pradesh. Se trataba de una niña de siete meses que falleció el 16 de mayo de 1975.
Él y De Quadros se unirán a otros colegas para participar en un simposio que se realizará hoy viernes en Río de Janeiro.
El simposio, \»A 30 años de la erradicación de la viruela: Lecciones, legados e innovaciones\», es organizado por los estadounidenses Sabin Vaccine Institute (del que De Quadros es vicepresidente ejecutivo) y Fogarty International Center, y por la brasileña Funda o Oswaldo Cruz.
El principal tema del encuentro será cómo aplicar las lecciones aprendidas en ese combate a los actuales desafíos sanitarios mundiales, lo que incluirá la erradicación de otras enfermedades que se pueden prevenir mediante vacunas.
\»Este acontecimiento no es simplemente una celebración del aniversario. Es realmente una oportunidad de reunir a personas que trabajaron sobre la viruela y ver qué lecciones\» se aprendieron, dijo Orenstein a IPS.
De Quadros ya ha aplicado algunas de las lecciones, dado que ayudó a erradicar la poliomielitis en el hemisferio occidental mientras dirigía el programa de inmunización de la Organización Panamericana de la Salud. Ese ambicioso objetivo se logró en 1994.
Los esfuerzos de erradicación del sarampión y la rubeola también se sirven de algunas lecciones de las campañas contra la viruela, dijo.
Entre ellas están las nuevas metodologías desarrolladas para combatir su propagación, como la estrategia de control y contención.
\»Cuando uno se enfrenta a un paciente investiga dónde contrajo la enfermedad, y de ese modo se puede rastrear la cadena de contagios. En el interín se vacuna a toda la gente que se encuentra en esa cadena. Así que fue una estrategia muy efectiva\», dijo De Quadros por teléfono desde Brasil.
La estrategia de control y contención se aplicó desde el primer día en la campaña de erradicación en Etiopía. Probablemente por eso fue tan exitosa, pese a las dificultades logísticas.
Pero no todas las metodologías son aplicables a todas las enfermedades infecciosas.
Por ejemplo, en el caso del rotavirus, principal causa de diarrea severa y de la consecuente deshidratación, ya existe una vacuna. Pero los pacientes pueden continuar contrayendo diarrea por otras causas, señaló De Quadro.
De todos modos, el médico retrató un panorama optimista para los futuros esfuerzos de erradicación.
\»Las perspectivas son destacables. Ahora la erradicación de la poliomielitis está casi completa. Creo que, si se erradica la polio, el mundo erradicará el sarampión\», dijo De Quadros.
Orenstein, actualmente subdirector de enfermedades prevenibles en la Fundación Bill & Melinda Gates, desglosó las lecciones que dejó la campaña contra la viruela en tres puntos: la importancia de la voluntad política, la innovación en materia de tecnología y estrategias, y recursos adecuados para pagarles a los trabajadores y comprar vacunas.
En cuanto al segundo punto, destacó las jeringas bifurcadas, que volvieron mucho más fáciles, rápidas y baratas las inoculaciones contra la viruela.
El simposio de esta semana permitirá evaluar los conocimientos acumulados sobre la enfermedad en los últimos 30 años.
Washington, agosto 26/2010 (IPS)