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Existe una brecha entre lo que los médicos piensan que les dicen a los pacientes hospitalizados y lo que ellos realmente escuchan. Un estudio con 89 pacientes hospitalizados -en una institución de Estados Unidos- se suma a la literatura que demuestra que los médicos y los pacientes no suelen hablar el mismo idioma cuando conversan sobre diagnósticos y tratamientos.
Durante las entrevistas a esos pacientes el día del alta hospitalaria, los autores hallaron que apenas el 18% conocía el nombre del médico principal a cargo de su atención y que sólo el 57% abandonó el centro médico sabiendo cuál era su diagnóstico. En cambio, dos tercios de los 43 médicos entrevistados pensaron que sus pacientes conocían su nombre y el 77%, que los pacientes estaban conscientes del diagnóstico.
Los doctores Douglas P. Olson y Donna M. Windish, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale en Connecticut, publicaron los resultados en la revista Archives of Internal Medicine. Hallar que muchos pacientes no están seguros de cuál es el diagnóstico o cómo se llama el médico que los atendió parecería sorprendente, pero Olson aseguró que no es nuevo.
El estudio revela que muchos médicos piensan erróneamente que sus pacientes saben más de lo que creen. \»La novedad aquí es la discrepancia entre los médicos y los pacientes. Los pacientes no están recibiendo el mensaje\», añadió.
Las brechas en la comunicación van más allá de los nombres y los diagnósticos. Un cuarto de los pacientes en el estudio a los que se les había recetado un medicamento durante la hospitalización señaló que el médico nunca le había hablado al respecto. Y solo un 10% dijo que el doctor le había comentado cuáles eran los posibles efectos adversos.
En cambio, todos los médicos entrevistados expresaron que por lo menos a veces hablaban con sus pacientes sobre las nuevas recetas; el 81% indicó que algunas veces informaba sobre los posibles efectos secundarios.
En los últimos años, la comunidad médica se concentró en mejorar la comunicación médico-paciente. \»Pero todavía existe una desconexión\», señaló Olson. Una explicación, sería que muchos pacientes hospitalizados son adultos mayores con enfermedades complejas y no con un solo diagnósticos, y la información que reciben durante la hospitalización \»podría ser comprensiblemente excesiva\», enfatizó.
La participación de la familia es importante, especialmente cuando se trata de adultos mayores con problemas médicos complicados, que necesitan varios medicamentos, concluyó.
Nueva York, agosto 12/2010 (Reuters)