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En Latinoamérica, donde se mantiene el drama de los afectados por VIH/sida con cifras no exactas por la cantidad de personas desconocedoras de su condición de portadoras del virus causante de la enfermedad, la prevención es una urgencia.
En la antesala de la Conferencia Mundial del Sida que se celebrará en Viena, los datos latinoamericanos demuestran que la epidemia, presente desde hace tres décadas, subsiste a pesar de los esfuerzos públicos y privados.
El último informe de 2008 del Programa Conjunto de las Naciones Unidas contra el Sida (Onusida) destaca a países como Brasil y México por su liderazgo en el campo de la prevención, pero urge \»fortalecer los sistemas de vigilancia en Latinoamérica\» y a tener \»evidencias más sólidas para la planificación nacional en la prevención del VIH\».
Recientemente el director de Onusida, Michel Sidibé, habló de la urgencia general de \»una revolución en la prevención\», especialmente en segmentos demográficos vulnerables. \»El hecho de que por cada dos personas a las que ponemos en tratamiento otras cinco se contagian\» evidencia, a su juicio, \»que tenemos que movilizarnos con fuerza para impulsar la prevención\».
Las medidas preventivas deben dirigirse particularmente a las mujeres en los países de rentas medias y bajas, entre las que se dan una buena parte de las nuevas infecciones y los fallecimientos a causa de la enfermedad, pese a que los índices de tratamiento se han multiplicado por diez en los últimos cinco años, opinó.
El informe de Onusida, cuyas cifras difieren de las presentadas por los Gobiernos de Latinoamérica y el Caribe, destaca a esta región como “hogar de la epidemia de bajo nivel y concentrada. En la región hay unos dos millones de personas que viven con el virus, de los que cerca de 170 000 son nuevos infectados, y hasta 2008 se han contabilizado 77 000 muertes por la afección, según reporte.
El Caribe, después de la región del África subsahariana, es la más afectada por el VIH, con la segunda prevalencia más alta para adultos en el mundo, del 1%, aunque resalta que la cifra de nuevos infectados se ha estabilizado. En el Caribe 240 000 pacientes conviven con el virus, 20 000 son nuevos infectados y cerca de 12 000 personas han muerto por la condición.
El caso más significativo es el de Haití, donde con unos diez millones de habitantes, alrededor del 2,2% de su población está afectada por el sida. Es la proporción más alta de América, según los organismos internacionales, que han alertado sobre la posible propagación del virus tras el terremoto del pasado 12 de enero.
En la República Dominicana, según el Consejo Presidencial del Sida (Copresida), se calcula que 48 000 adultos viven con la enfermedad. Brasil ha registrado 506 499 enfermos de sida, con 205 409 muertes, entre 1980 y 2008, pero las autoridades sostienen que la incidencia de la enfermedad se ha mantenido estable, gracias a los planes de atención y prevención implantados hace más de diez años en la red de salud pública.
Desde 1981 y hasta noviembre del 2009 en México, se han contabilizado 135 003 pacientes, aunque el Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida) calcula que, hasta esa fecha, existían 220 000 adultos infectados por el VIH, de las que cerca de 59% desconoce que está infectado.
El registro en Colombia alcanza las 26 000 personas con sida, aunque las proyecciones indican que la cifra real podría situarse entre 170 000 y 220000 casos, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que calcula el número de fallecidos, desde 1983, en unos 24 000 personas.
En Argentina, los infectados por el VIH se cifran en 120 000, de los que un 50% ignora que es portadora del virus, y la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) estima que han muerto alrededor de 25 000 personas, que cada año se diagnostican entre 5000 y 6000 nuevos casos con una \»feminización\» de la enfermedad, especialmente en jóvenes de 15 a 24 años.
En Venezuela, en círculos sanitarios se maneja la cifra de unos 110 000 casos. Para el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) el número de infectados podría ser de 400 000. En Perú, hasta septiembre de 2009, el número de enfermos de sida ascendía a 25 340, mientras que otras 39 165 personas son portadoras del virus. En Chile, desde 1984 hasta 2007, según cifras oficiales, los casos de portadores del VIH eran 18 552 y se habían registrado 5710 fallecimientos.
El Programa Prioritario ITS/sida de Uruguay reveló en abril de 2010 que hay cerca de 10 000 personas infectadas con el virus, cifra que se ha mantenido estable en los últimos años. En Paraguay, donde los primeros casos se remontan a 1985, las autoridades han detectado 7932 afectados hasta diciembre de 2009, de los cuales el 35,5% desarrolló la enfermedad.
De igual forma, el Ministerio de Salud de Bolivia reconoce, hasta marzo de 2010, 5834 casos registrados y un número de nuevos contagios en 2010 de 295 personas, el doble del año anterior. Ese mismo Ministerio de Ecuador informó de que en 2009 había un total de 4041 personas portadoras del virus y 1295 de esos casos desarrollaron la afección.
En Centroamérica, las cifras de enfermos con sida varían de 28 000 pacientes en Hondura, 24 756casos en el Salvador y 20 488 de Guatemala, donde el Centro Nacional de Epidemiología reporta que se contabilizan unos 6500 nuevos casos de infectados por el virus cada año. En Panamá, desde 1984 hasta diciembre de 2009, se han registrado 10 381 enfermos, y los fallecidos a causa de la epidemia son 7005, mientras que en Nicaragua el número de portadores es de 4784 personas.
Bogotá, julio 15/2010 (EFE)