jul
16
La conferencia internacional SIDA 2010 se inicia el domingo 18 de julio en Viena, casi 30 años después de que fuera descubierta -en 1981- esta enfermedad vírica todavía incurable. El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) es una de las principales causas de muerte en el mundo entre los menores de 60 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La enfermedad es causada por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), que sobrevive con dificultad fuera del cuerpo humano, por lo que la transmisión se produce por medio de sangre, semen, fluidos vaginales y por la vía materno-filial. Los primeros síntomas incluyen fatiga crónica, diarrea, fiebre, pérdida de peso, pérdida de memoria, tos persistente, erupciones cutáneas y la inflamación de los ganglios linfáticos.
La llamada epidemia del siglo XX consiste en el deterioro del sistema inmunológico, que lleva a la pérdida progresiva de la función de ciertas células del sistema inmune denominadas linfocitos CD4, lo que hace vulnerable al organismo. La terapia antirretrovírica puede ralentizar la progresión de la afección al disminuir la carga vírica de la persona infectada.
En todo el mundo hay 33,4 millones de afectados por el VIH/sida, de los cuales la inmensa mayoría viven en África subsahariana, donde se cuentan 22,4 millones de enfermos. El sida es la primera causa de defunciones en África, el continente con mayor número de infectados y con más nuevos casos de contagio. El segundo continente más afectado es Asia, con 4,7 millones de personas.
Las mujeres representan la mitad de las personas que viven con el VIH en el mundo, y más del 60% de las infecciones por el VIH en África subsahariana. Desde que se describiera la enfermedad, unos 65 millones de personas han resultado infectadas y 25 millones han muerto a causa de ella.
En 2008 murieron dos millones de pacientes y se infectaron por el VIH otros 2,7 millones, aunque esta última cifra representa un descenso de un 17% en los últimos ocho años, según el Programa de Naciones Unidas sobre VIH/sida (Onusida). Aún así, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha alertado de que el contagio se incrementa en Europa Oriental y en Asia Central debido al uso de drogas inyectables, siendo la causa de aproximadamente uno de cada tres nuevos casos de VIH fuera del continente africano. En América Latina dos millones de personas están infectadas y en 2008 murieron 77 000 pacientes.
Hasta ahora no se ha encontrado un fármaco que cure definitivamente el sida, ni una vacuna que lo evite, aunque se ha demostrado la utilidad de la prevención y de tratamientos antirretrovirales que mejoran la salud de los enfermos. Las dificultades médicas para combatir la condición se deben a su extrema mutabilidad: El VIH se integra rápidamente en el ADN del contagiado, lo que lo hace \»invisible\» para el sistema inmune.
Los tratamientos con antirretrovirales superan los 10 000 dólares anuales, un coste inaccesible para el 95% de los enfermos en países menos desarrollados. El uso de antirretrovirales ha incrementado la esperanza de vida al frenar la progresión de la enfermedad y reducir los niveles del virus en sangre. Sin embargo, en ocasiones su suministro provoca graves efectos secundarios, y los elevados precios limitan su uso a los países ricos, donde la tasa de mortalidad por el sida disminuyó un 80%, según diversos estudios.
En África casi el 70% de los enfermos no tiene acceso a tratamientos antirretrovirales, mientras que en América Latina la cobertura con ese tratamiento alcanza al 54% de los afectados. Por último, en los países ricos la hepatitis C es la principal causa de muerte en los pacientes cuyas defensas están debilitadas por el sida, mientras que en los países pobres es la tuberculosis.
Viena, julio 15/2010 (EFE)