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La prueba no sólo detecta parásitos del paludismo, sino también virus como el VIH o el ébola, así como diversas bacterias o biomarcadores, como la glucosa o colesterol.
Un equipo de científicos ha desarrollado un método de diagnóstico que emplea la birrefrigencia o la doble refracción, una propiedad óptica de ciertos cuerpos. Aunque el concepto que está detrás de esta nueva tecnología parece fácil de manejar, la base científica que subyace a la invención de esta prueba es extremadamente compleja.
El método consiste en colocar una gota de sangre en una sustancia vehículo especial y, a los pocos minutos, poner en el portaobjetos un dispositivo que emite luz polarizada gracias a un filtro de polarización. A continuación, se cubre con una tapa que contiene un segundo filtro de polarización, que bloquea la luz de todos los materiales excepto los cristalinos o materiales con propiedades direccionales.
Si la luz es visible a través del filtro polarizador cruzado, el diagnóstico es positivo. A través de este sistema, es posible realizar un cribado inmediato de ‘sí o no’ y medir la intensidad de la luz y, por lo tanto, la cantidad del patógeno, a través de un medidor de luz conectado a un teléfono inteligente y controlado a través de una aplicación.
El trabajo, dirigido por Raffaele Mezzenga, profesor de Alimentos y Materiales Suaves de la ETH Zurich, en Suiza, se publica en Advances Functional Materials, que detalla que la prueba rápida detecta no sólo parásitos del paludismo, sino también virus como el VIH o el ébola, así como diversas bacterias o biomarcadores, como la glucosa o colesterol.