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Un equipo de científicos liderado por el investigador Francisco Purroy del grupo de Neurociencias Clínicas del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida) y por Manel Portero-Otín del grupo de Fisiopatología Metabólica y profesor en la UdL, ha encontrado un conjunto de moléculas en el plasma de pacientes con ataque isquémico transitorio (AIT) que permite establecer cuáles de estos pacientes tienen más riesgo de sufrir un ictus definitivo tanto a corto como a largo plazo.
Aunque se han descrito posibles biomarcadores en sangre (la proteína C reactiva, la copeptina y una lipoproteína, entre otros) que permitían conocer con más o menos acierto el pronóstico de un paciente con AIT, no existen indicadores fiables para el seguimiento de los pacientes con una analítica sanguínea rutinaria.
En este estudio realizado por científicos de Lleida, en colaboración con Mariona Jové al frente del Servicio de Metabolómica del IRBLleida, se ha analizado la composición de la sangre en 293 pacientes del HUAV que habían tenido una embolia transitoria o AIT. Con estos análisis se ha descubierto un patrón de moléculas complejo que diferencia aquellos pacientes que volverán a tener un ictus de los que no lo sufrirán. En este conjunto de compuestos se han podido identificar tres biomarcadores concretos, la lisofosfatidilcolina (16: 0) y la lisofosfatidilcolina (20: 0) que facilitan hacer esta previsión de la evolución clínica de los pacientes con un 65 % de exactitud y la lisofosfatidilcolina (22: 6) que se asocia a la existencia de aterosclerosis. Los resultados han sido aceptados para publicarse en breve en la revista internacional «Neurology».
septiembre 18/2014 (Diario Médico)