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Profesores y alumnos del Tecnológico de Monterrey trabajan en la creación de modelos 3D, que pueda imitar la estructura de un órgano, dijo la directora de la carrera de Ingeniería en Biotecnología (IBT) de la institución, María José Rivas Arreola.
Apuntó que se trata de una bíopelícula con material no tóxico, biodegradable, que soporte células de mamífero.
Explicó que el equipo de investigación ya experimentó con células madre de ratón, en una primera etapa, extraídas de médula ósea de dicho animal y descubrió que es factible el proyecto que realiza el Tec de Monterrey, campus Guadalajara, en colaboración con el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados Cinvestav campus Querétaro.
«Ahora trabajamos en montar, con la técnica de células madre, a partir de tejido adiposo (conformado por la asociación de células que acumulan lípidos) y de esa manera facilitar la adición y proliferación de tejido en 3D», subrayó.
Precisó que modelos 3D pueden imitar la estructura de un órgano y sirve para reemplazar una parte dañada que ha dejado de desarrollar su función o puede servir como vehículo para transportar células y moléculas en su interior y convertirse en andamios, resistentes y funcionales con biomoléculas.
Detalló que para generar tejido en 3D, ya existen impresoras, «pero aún no está perfeccionado el método y el problema radica también en cómo vascularizarlas y proliferarlas».
Comentó que algunos investigadores sostienen que la impresión 3D será la tecnología que permita la creación del órgano y ofrezca ensamblaje celular, según se lee en artículos especializados.
Resaltó que en la actualidad ya existen empresas que se dedican a esto como Organovo (industria estadounidense) y comienzan los esfuerzos en México, «el Campus Guadalajara colabora con TopHealth, quienes se dedican a la investigación en ingeniería de tejido, sobre todo óseo y de piel».
Dijo que el método de síntesis y el diseño de las películas para dar soporte topográfico a las estructuras que serán tejidos, se realiza mediante adhesión celular y proliferación de dichas células, y todo el trabajo ha sido ciento por ciento de los académicos del Tec de Monterrey.
«Ha sido caro, por los reactivos y el tiempo que nos ha llevado, requerimos de ocho meses de trabajo, es un proceso largo, pero se avanza», manifestó.
Expresó que el contar ya con películas de diseño propio permitirá en un futuro contribuir en la terapia celular que se implanta en humanos, «pueden llegar a regenerar un tejido al montar células sobre las películas y formar estructuras capaces de permanecer en un cuerpo humano».
Añadió que en dos meses más saldrá una publicación sobre el trabajo que se ha realizado en la carrera de Ingeniería en Biotecnología y se detallará como se realizó el montaje de las películas, «lo que servirá para conseguir que empresas se interesen por el proyecto y así comercializar la tecnología».
«Con los esfuerzos que realiza IBT, el Tecnológico de Monterrey sigue a la vanguardia en investigación en áreas de innovación en educación, en una rama tan importante, como es la salud», concluyó.
mayo 29/2014 (Notimex)
Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»
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