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Un estudio científico difundido recientemente intenta explicar la presencia de melanomas en determinadas zonas del cuerpo, aunque toda la piel se encuentre expuesta al sol.Investigadores de la Universidad escocesa de Edimburgo señalaron que existen zonas más resistentes al bronceado que otras, como los glúteos.
Sin embargo, eso no significa que sean menos susceptibles al cáncer de piel.
Son precisamente estas partes del cuerpo que se oscurecen menos las que necesitan una mayor protección contra el cáncer, dijeron los científicos en la revista Experimental Dermatology.
El equipo de Edimburgo basó sus conclusiones en un experimento con 100 personas a los que pidieron que se colocaran bajo una cama solar con el propósito de observar como la piel se bronceaba.
Con instrumentos precisos midieron la profundidad del bronceado alcanzado, principalmente en dos áreas del cuerpo, los glúteos y la espalda.
Durante el estudio comprobaron que los glúteos tendían a mantenerse más blancos, aunque recibieran la misma exposición solar.
El bronceado se obtiene como resultado de un aumento de la producción de melanina que es una defensa del organismo a los rayos ultravioletas.
Sin embargo, para los científicos resultaba un misterio porqué el número de lesiones malignas difieren tanto en distintas zonas de la piel.
Según Jonathan Rees, autor principal de la investigación, existen partes de la piel que responden de forma distinta a la radiación solar, por lo que es posible que las personas se permitan diferentes grados de protección contra los rayos ultravioletas.
Londres, agosto 5/2010 (PL)