dieta-mediterraneaLas personas mayores hospitalizadas que no siguen una dieta mediterránea son las que más podrían beneficiarse de un programa de ejercicio físico para prevenir la discapacidad asociada a la hospitalización, es decir, la pérdida de habilidades en actividades de la vida diaria. Por tanto, si se incluye el factor de seguir una alimentación basada en una dieta mediterránea entre las variables evaluadas al ingreso de pacientes mayores, se podrían diseñar estrategias más precisas y personalizadas para prevenir la discapacidad asociada a la hospitalización, que suele ser frecuente en personas de edad avanzada.

Esta es una de las conclusiones de un estudio publicado en la revista Journal of Nutrition and Healthy Aging y dirigido por los expertos Mireia Urpí-Sardà, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Salud, el Instituto de Investigación en Nutrición y Seguridad Alimentaria (INSA-UB) y el Campus de la Alimentación de Torribera de la Universidad de Barcelona, y José Antonio Serra-Rexach, del Grupo de Investigación en Biopatología del Envejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón (IISGM), ambos miembros del CIBER de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (CIBERFES).

El estudio apunta que las personas mayores hospitalizadas que más siguen una dieta mediterránea también mejoran su estado global si siguen unas pautas de ejercicio y educación en la salud. Cabe destacar que, en una editorial, la revista ha destacado el hecho de que los pacientes con peor estado físico presenten mejoras más significativas en respuesta a un programa de ejercicio físico, y anima a realizar más estudios sobre la influencia de los patrones dietéticos en los efectos de ejercicio para evitar la discapacidad asociada a la hospitalización.

Un programa básico de ejercicio para pacientes mayores

La discapacidad asociada a la hospitalización es un fenómeno que afecta incluso a pacientes de edad avanzada que, durante el ingreso al centro médico, son tratados con éxito. Además, la discapacidad puede acarrear más gastos económicos, reingresos e incluso más mortalidad en algunos casos. En este contexto, las intervenciones con ejercicio físico durante la hospitalización se han revelado como estrategias seguras y efectivas para prevenir este deterioro funcional en las personas mayores hospitalizadas.

Este trabajo se basa en el proyecto AGECAR-Plus, un estudio clínico aleatorizado sobre 260 pacientes de 75 o más años en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón. En el marco del estudio, a un grupo de 109 voluntarios —aproximadamente de 87 años; el 46 % mujeres— se les evaluó el grado de adherencia a un patrón dietético mediterráneo, los niveles de polifenoles en orina, estado funcional, y otros parámetros de salud en el momento del ingreso y el alta hospitalaria.

José Antonio Serra-Rexach explica: «Observamos que los pacientes que realizaron la intervención de ejercicio físico y educación sanitaria durante la hospitalización aumentaron significativamente su estado funcional en el alta, en comparación con su ingreso y con los pacientes que no realizaron la intervención. Sin embargo, hasta ahora no existía ninguna evidencia del efecto de una dieta saludable sobre el estado funcional en personas mayores hospitalizadas».

«Un patrón de dieta saludable como la dieta mediterránea está asociado a un menor riesgo de deterioro físico y fragilidad en personas mayores. Considerando que la dieta mediterránea es rica en polifenoles, hemos evaluado el seguimiento de este patrón dietético a través de un cuestionario validado, así como analizando el nivel de polifenoles en orina», detalla la profesora Mireia Urpi-Sarda, del Grupo de Investigación de Biomarcadores y Metabolómica Nutricional de los Alimentos de la UB. La investigadora Alba Tor-Roca, del Departamento de Nutrición, Ciencias de la Alimentación y Gastronomía de la UB, detalla que «en el estudio se observó que en los individuos que presentaban una baja adherencia a la dieta mediterránea en el ingreso, la intervención con ejercicio físico tenía un mayor efecto y clínicamente relevante en sus capacidades funcionales».

«Estos resultados sugieren que el seguimiento de la dieta mediterránea podría representar un indicador de aquellos pacientes mayores con una respuesta aparentemente mejor a las intervenciones de ejercicio», concluyen los investigadores del estudio.

Fuente: Dicyt.com

     Referencia: A. Tor-Roca, J. Mayordomo-Cava, C. Andres-Lacueva, J. A. Serra-Rexach, Mireia Urpi-Sarda. Adherence to Mediterranean Diet and Response to an Exercise Program to Prevent Hospitalization-Associated Disability in Older Adults: A Secondary Analysis from a Randomized Controlled Trial. The journal of nutrition, health & aging, 2023; 27 (7): 500 DOI: 10.1007/s12603-023-1929-6

https://link.springer.com/article/10.1007/s12603-023-1929-6

Si usted es mayor de sesenta años y pasa mucho tiempo sentado, cada hora de vida sedentaria aumenta su riesgo de discapacidad, sea cual sea la cantidad de ejercicio moderado que haga, según un estudio que publica la revista Journal of Physical Activity & Health (DOI:10.1123/jpah.2013-0311). Read more

marzo 4, 2014 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Geriatría | Etiquetas: , , , |

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