embarazoPuntos clave

En este momento, hay pocos medios para predecir si un embarazo terminará en un parto prematuro

Una nueva investigación sugiere que un análisis más detallado de los datos de ultrasonido podría dar pistas tempranas sobre los nacimientos prematuros

Los médicos podrían vigilar más de cerca la salud fetal en las mujeres cuyas exploraciones sugieren que tienen un mayor riesgo

Las ecografías que detectan cambios «microestructurales» en el cuello uterino de una mujer podrían apuntar a que ella tiene un riesgo más alto de parto prematuro, informan unos investigadores.

Las exploraciones se realizaron a partir de la semana 23 de embarazo y podrían ayudar a evaluar los riesgos de un parto «prematuro», incluso entre las madres primerizas.

Entre el 10% y el 15% de los nacimientos se producen antes de término.

Hoy en día, los médicos esperan señales y síntomas de un parto prematuro», como una ruptura de membrana, explicó la autora principal del estudio, Barbara McFarlin. Es profesora emérita de enfermería en la Universidad de Illinois Chicago (UIC).

Nuestra técnica sería útil para tomar decisiones basadas en el tejido y no solo en los síntomas», comentó en un comunicado de prensa de la UIC.

Como explicó el equipo de McFarlin, en este momento la única pista de que un embarazo podría terminar en un parto prematuro es el historial de parto previo de la mujer. Eso significa que los médicos no pueden predecir el parto prematuro en las mujeres que dan a luz por primera vez.

McFarlin y sus colegas han estado trabajando durante años en el ajuste fino de las tecnologías de ultrasonido, en busca de indicios de que una mujer podría no dar a luz a término.

La forma de exploración utilizada en el nuevo estudio se llama «ultrasonido cuantitativo».

En lugar de basarse únicamente en una imagen visual, los médicos también utilizan los datos de radiofrecuencia obtenidos de la ecografía para medir la densidad de varios tejidos.

A McFarlin se le ocurrió la idea por primera vez cuando era estudiante de posgrado en enfermería, mientras trabajaba como partera y ecografista. Se dio cuenta de que el cuello uterino aparecía de manera diferente en las exploraciones de las mujeres que luego dieron a luz prematuramente.

Nadie lo estaba mirando», dijo. Así, McFarlin y otros colegas estudiaron los embarazos de 429 mujeres que dieron a luz sin inducción.

Usando ultrasonido cuantitativo para detectar cambios microestructurales en el tejido cervical, el grupo de McFarlin encontró que los escáneres eran efectivos para predecir qué madres primerizas darían a luz prematuramente o no.

La estrategia fue aún más efectiva entre las madres que habían dado a luz antes.

Combinar los datos de la ecografía más cualquier antecedente previo de parto prematuro fue más efectivo para predecir un parto prematuro posterior que usar cualquiera de las dos mediciones solas, encontraron los investigadores.

¿Cómo podría la ecografía cambiar la práctica obstétrica?

Según los investigadores, si los médicos supieran a las 23 semanas de gestación que hay una mayor probabilidad de parto prematuro, concertarían citas más frecuentes para monitorizar la salud del feto.

El nuevo estudio también podría ser un punto de partida para «comenzar a estudiar los procesos mediante los cuales se podría prevenir o retrasar el parto prematuro», planteó el coautor del estudio, Bill O’Brien, profesor de ingeniería eléctrica e informática de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Durante años, O’Brien ha estado investigando cómo los datos cuantitativos de ultrasonido podrían promover la investigación.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 24 de enero de la revista American Journal of Obstetrics & Gynecology.

Referencia: McFarlin BL, Villegas-Downs M, Mohammadi M, Han A, Simpson DS, O’brien WD. Enhanced Identification of At-Risk Women for Preterm Birth via Quantitative Ultrasound: A Prospective Cohort Study. American Journal of Obstetrics & Gynecology[Internet]. 2023[citado 28 ene 2024].            DOI:    https://doi.org/10.1016/j.ajogmf.2023.101250

25 enero 2024| Fuente: EurekAlert| Tomado de | Comunicado de prensa

ensayo clinico3La revista científica Nature Medicine ha identificado cuáles son los once ensayos clínicos que pueden ser determinantes en la medicina durante el año 2024, y ha señalado entre ellos aplicaciones tecnológicas y de la inteligencia artificial y nuevas inmunoterapias y vacunas.

Entre los ensayos que pueden ser determinantes para la medicina y cuyos resultados se esperan para el próximo año figuran algunas terapias que se podrían aplicar por primera vez en humanos, como la «edición de base», un tipo de edición del genoma que permitiría cambiar alguna de las letras del ADN individual sin llegar a romperlo.

La lista de los ensayos más prometedores que han realizado los editores de la revista científica destaca el uso de la inteligencia artificial, y subraya que, aunque de momento se han planteado muchas posibilidades de esta tecnología, todavía son pocas las herramientas que se han probado en ensayos clínicos.

1. Aprendizaje automático para el triaje de pacientes

Y en ese sentido apuntan la importancia de un ensayo que está evaluando los beneficios de un modelo de inteligencia artificial para ayudar a predecir el riesgo de mortalidad entre los pacientes tratados en servicios de urgencia.

2. IA para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón

Otro está probando si la inteligencia artificial puede ayudar a identificar radiografías de tórax de pacientes que podían beneficiarse de una tomografía computarizada en el mismo día para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón.

3. Cribado por TAC del cáncer de pulmón

Entre los ensayos relacionados con el cáncer destacan uno que comparará si el cribado cada dos años de cáncer de pulmón mediante tomografía computarizada es tan eficaz para prevenir las muertes como las pruebas anuales para quienes no presentan anomalías en su primera exploración.

4. Medicamento para metástasis cerebrales

Así como el que evalúa la eficacia y seguridad de un medicamento contra alguno de los tipos de cáncer de mama más agresivos en pacientes con o sin metástasis cerebral.

5. Inmunoterapia para el melanoma

Otro posible avance en la investigación oncológica es el ensayo NADINA, centrado en el cáncer de piel. Su objetivo es comparar la eficacia del ipilimumab neoadyuvante y el nivolumab adyuvante en el melanoma en estadio III, con el fin de identificar la inmunoterapia más eficaz de las dos.

6. Terapia para la depresión perinatal

En cuanto a la salud mental, se está evaluando una aplicación que permite a una mujer sin experiencia previa en la prestación de asistencia sanitaria ofrecer una intervención basada en la terapia cognitiva a otras mujeres de la comunidad en el segundo o tercer trimestre del embarazo con depresión grave.

7. Modelo de intervención en salud mental infantil

También el que investigará la eficacia y rentabilidad de un modelo de intervención para la salud mental infantil en relación con los servicios habituales de asistencia social para niños de 0 a 5 años en régimen de acogida en Glasgow y Londres (Reino Unido).

8-9.  Vacuna contra el VIH y la malaria

Los responsables de esta revista han apuntado la trascendencia que pueden tener los resultados de la vacuna «VIR-1388″ contra el virus responsable del sida o el ensayo de una vacuna contra la malaria en niños africanos con edades entre 5 y 36 meses en Burkina Faso, Kenia, Tanzania y Mali.

10. Células madre para la enfermedad de Parkinson

Un ensayo (el STEM-PD) va a comprobar la eficacia de un trasplante de un tipo de neuronas (las llamadas domaminérgicas) derivadas de células madre embrionarias humanas al cerebro de pacientes de 50 a 75 años con enfermedad de párkinson moderada.

11. Edición de base para la hipercolesterolemia

Otro ensayo determinará si la «edición de base» del ADN tiene potencial como tratamiento para la reducción duradera del colesterol en pacientes con hipercolesterolemia de causa genética.

Referencia: Arnold C, Webster P. 11 clinical trials that will shape medicine in 2024. Nat Med [Internet].2023[citado 23 ene 2024]; 29:2964–2968. https://doi.org/10.1038/s41591-023-02699-5

12 diciembre 2023│ Fuente: DW│ Tomado de Ciencia

cuidados paliativosUn programa de apoyo telefónico puede ayudar a los pacientes que se enfrentan a una enfermedad crónica y potencialmente mortal

Los pacientes vieron mejoras en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida después de llamadas regulares realizadas por una enfermera y un trabajador social

Las mejoras duraron meses después de que concluyó el programa

Las personas con enfermedades crónicas potencialmente mortales pueden recibir un respaldo efectivo por teléfono mientras gestionan su afección día a día, encuentra un ensayo clínico reciente.

Los veteranos gravemente enfermos que vivían con enfermedad pulmonar o cardiaca experimentaron mejoras significativas en la depresión, la ansiedad y la calidad de vida gracias a un programa de cuidados paliativos que se administró por teléfono, encontraron los investigadores.

«Si bien hacemos un gran trabajo en el cuidado de las enfermedades de estos pacientes, podemos hacer más por la calidad de vida. Muchos tienen síntomas persistentes, como depresión, ansiedad, falta de aliento y problemas para dormir, que pueden hacer que vivir con estas enfermedades sea muy difícil, y se han asociado con una muerte más temprana», señaló el autor principal del estudio, el Dr. David Bekelman, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.

«Los cuidados paliativos pueden ayudar», añadió Bekelman en un comunicado de prensa de la universidad. «Sin embargo, el acceso a especialistas en cuidados paliativos ambulatorios es limitado o inexistente, y se necesitan formas nuevas y escalables de proporcionar cuidados paliativos tempranos».

En este estudio, Bekelman y sus colaboradores proporcionaron consejería telefónica a la mitad de un grupo de 306 pacientes en dos sistemas de atención de la salud de la Administración de Veteranos, ubicados en Colorado y Washington.

Los pacientes tenían una de tres enfermedades crónicas, no estaban siendo tratados en un hospital y todos tenían un riesgo alto de muerte y una mala calidad de vida, dijeron los investigadores. Las enfermedades fueron enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar intersticial.

Los pacientes asignados a un grupo recibieron 12 llamadas telefónicas de consejería durante un período de cuatro meses: seis llamadas con una enfermera para ayudar con el manejo de los síntomas y seis llamadas con un trabajador social para proporcionar terapia y apoyo.

La enfermera y el trabajador social se reunían regularmente con un médico de atención primaria y de cuidados paliativos para revisar la condición de cada paciente y determinar la mejor manera de abordar sus inquietudes. También tenían acceso a un cardiólogo o neumólogo según fuera necesario.

De esta manera, el programa proporcionó una atención de apoyo que no está ampliamente disponible, además de abordar los problemas de salud que podrían pasarse por alto en las visitas regulares al médico, señalaron los investigadores.

Las personas del otro grupo recibieron un folleto educativo que describía el autocuidado para su enfermedad crónica.

A los seis meses, la calidad de vida de los pacientes del grupo de consejería había mejorado significativamente más que la de los pacientes del grupo de control.

Los que recibieron asesoramiento telefónico también experimentaron mejoras en la depresión, la ansiedad y el estado de su EPOC o insuficiencia cardíaca.

Bekelman dijo que los resultados positivos del programa duraron muchos meses después de que el programa terminó.

El estudio aparece en la edición del 16 de enero de la revista Journal of the American Medical Association.

«Hay personas que soportan síntomas persistentes y mala calidad de vida a pesar de los buenos tratamientos. Necesitamos llenar los vacíos y proporcionar más a estos pacientes», dijo Bekelman.

«Este innovador modelo de atención en equipo es adaptable, escalable y puede ayudar a mejorar la vida de las personas que viven con estas enfermedades», añadió. «Este programa demuestra que incluso un corto período de tiempo proporcionando teleasistencia estructurada da como resultado una mayor calidad de vida meses después de que finalicen las llamadas».

Referencia: Bekelman DB, Feser W, Morgan B,Welsh C, Parsons EC, Paden G, Baron A,  et al. Nurse and Social Worker Palliative Telecare Team and Quality of Life in Patients With COPD, Heart Failure, or Interstitial Lung Disease: The ADAPT Randomized Clinical Trial. JAMA[Internet]. 2024[citado 23 ene 2024];331(3):212–223. doi:10.1001/jama.2023.24035

19 enero 2024│Fuente: HealthDay│ Tomado de │ Noticias de Salud

cienciaUna investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) que analiza cómo se informaron los españoles durante la pandemia de la COVID-19 y su percepción sobre el papel de periodistas, medios, comunidad científica y autoridades gubernamentales y sanitarias durante la misma concluye que los jóvenes confían menos en la ciencia que la gente mayor, entre otras cuestiones.

Un 72,6 % de los jóvenes de 18 a 24 años está de acuerdo con que la ciencia busca la verdad y la hace pública, mientras que el 90,2 % de los adultos de más de 65 años apoya esta afirmación. Además, el porcentaje de jóvenes de esta misma edad que creen que la ciencia es un peligro para la humanidad casi triplica a quienes sostienen esta opinión entre los más mayores. Estos son algunos de los datos que se desprenden de este estudio, publicado recientemente por estos investigadores de la UC3M y la USC en la revista Profesional de la Información.

Estos resultados sugieren que aumenta la desconfianza en la ciencia entre los jóvenes, algo que explica, por ejemplo, la escasez de vocaciones científicas en este segmento. “La gente joven no quiere enrolarse en carreras de ciencia, tecnología y matemáticas, porque creen que la ciencia no es un método para la búsqueda de la verdad y que incluso es peligrosa para el futuro del ser humano”, indica uno de los autores del estudio, Carlos Elías, catedrático de Periodismo en el Dpto. de Comunicación de la UC3M.

«Es paradójico, y muy preocupante, que las generaciones con mayor acceso a la información y a la educación, las mejor formadas en la historia de España, son las que menos información consumen y las que más desconfían de la ciencia y del periodismo, dos campos que comparten la búsqueda de la verdad. Debemos hacer una reflexión profunda sobre qué está pasando», señala Alberto Quian, profesor de Periodismo en la USC y coautor del estudio.

Los resultados de este trabajo apuntan que la edad y la ideología son los factores que más condicionan el uso de diferentes tipos de fuentes informativas. En relación al consumo de medios tradicionales, las personas que más los consultan son las que se sitúan en el centro político, mientras que los de izquierdas suelen recurrir más a fuentes oficiales (como las autoridades sanitarias); al contrario que los que se sitúan en la derecha, que prefieren más los organismos de investigación (como el CSIC, Instituto Carlos III, etc.) o las universidades. Por otra parte, “los antivacunas, en cambio, prefieren las fuentes alternativas (programas como Cuarto Milenio o La Estirpe de los Libres, por ejemplo). Y esto se explica porque los medios tradicionales sí son favorables a las vacunas”, señalan los investigadores.

Este trabajo, financiado por fondos FEDER, de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Ciencia e Innovación, se basa en una encuesta descriptiva a una muestra de 1 800 personas representativas de la población española, mayores de edad y residentes en las 17 comunidades autónomas, realizada entre el 6 y el 22 de junio de 2022.

Los resultados de este trabajo podrían encontrar aplicación en el ámbito educativo y de políticas públicas, según los investigadores. “Creo que hay que incidir en los colegios, en los institutos y en las universidades, en algo que se llama ‘educomunicación’, para que los jóvenes entiendan cuáles son las fuentes solventes y las implicaciones de la ciencia y el método científico”, señala Carlos Elías.

Referencia: Quian A, Elías C, Soengas Pérez X. Consumption of information and citizen´s perception of the sources consulted during the Covid-19 pandemic: A study of the situation based on opinion polls. International political communication [Internet].2023[citdo 23 ene 2024];32(4). DOI DOI: https://doi.org/10.3145/epi.2023.jul.13

18 enero 2024│Fuente: EurekAlert│ Tomado de│ comunicado de Prensa

enero 24, 2024 | gleidishurtado | Filed under: Ciencia, Ciencia y Tecnología, COVID-19, España | Etiquetas: , , , , , |

LEPRALa organización Ayuda Alemana contra la Lepra y la Tuberculosis (DAHW) apoyará el diagnóstico de la lepra en países y regiones en las que faltan dermatólogos mediante una aplicación, según informó hoy. ‘La inteligencia artificial puede ayudar al personal de salud con poca experiencia a detectar enfermedades como la lepra’, explicó la coordinadora de investigación de la DAHW, Christa Kasang.

Con esta app se pueden fotografiar las modificaciones en la piel para ser analizadas, por ejemplo. Si el software comprueba que una imagen se asemeja a una lesión causada por la lepra, esta es analizada luego por personal especializado. Este domingo 28 de enero se conmemora el Día Mundial de la Lepra.

‘En India, por ejemplo, aún se detectan alrededor de 104.000 nuevos casos cada año’, observó el presidente de la DAHW, Patrick Georg. ‘Los afectados a menudo tienen que vivir con -hay que decirlo- heridas horribles, con estigmatización y discriminación’, señaló, agregando que también la población de Nigeria y Senegal sigue viéndose afectada tanto por la enfermedad en sí como por sus consecuencias.

Georg explicó que, en Pakistán, por ejemplo, la situación es algo mejor. ‘Allí aún se registran unos 300 nuevos casos de lepra cada año’, apuntó. ‘Si unimos nuestros esfuerzos, es realista pensar que la enfermedad pueda desaparecer por completo en Pakistán en los próximos seis años’, indicó. Las bacterias de la lepra destruyen la piel y las mucosas y atacan las células nerviosas. Al parecer, el agente patógeno mycobacterium leprae se transmite principalmente por gotitas. El periodo promedio de incubación es de tres a cinco años. La enfermedad es curable desde 1983, pero alrededor de dos o tres millones de personas en todo el mundo tienen que vivir con discapacidades a veces graves y son estigmatizadas. En Europa, la lepra se considera erradicada. Según el Instituto Robert Koch (RKI), que asesora al Gobierno alemán, solo el cinco por ciento de la población mundial puede contraer la lepra, el resto es inmune. De acuerdo con la DAHW, unas 174.000 personas en todo el mundo tuvieron lepra en 2022, pero el número de casos no declarados es elevado. El tratamiento precoz es importante para prevenir las discapacidades relacionadas con la enfermedad.

enero 22|2024 (dpa) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

IA2Un estudio muestra que una nueva herramienta basada en Inteligencia Artificial desarrollada por Google podría ofrecer mejor atención médica y mayor precisión en los diagnósticos que los profesionales sanitarios.

Un sistema de inteligencia artificial (IA) entrenado para realizar entrevistas médicas ha igualado o incluso superado el rendimiento de algunos profesionales sanitarios al conversar con pacientes en una simulación, destaca una nota publicada por la revista Nature. El sistema también ha sido capaz de enumerar posibles diagnósticos basándose en el historial médico de los pacientes participantes.

Este chatbot, basado en un modelo de lenguaje de gran tamaño (LLM, por sus siglas en inglés) desarrollado por la empresa estadounidense Google, fue más preciso que los médicos de atención primaria certificados en el diagnóstico de afecciones respiratorias y cardiovasculares, entre otras patologías.

Así, en comparación con los médicos habituales, la IA consiguió adquirir una cantidad similar de información durante las entrevistas médicas y obtuvo mejores resultados en empatía, destacan en Nature.

Resultados sorprendentes

El sistema de IA igualó o superó la precisión diagnóstica de los médicos en las seis especialidades médicas tratadas durante la investigación. «El robot superó a los médicos especialistas en 24 de los 26 criterios en los valores de calidad de la conversación, como cortesía, explicación de la enfermedad y el tratamiento, sinceridad y expresión de interés y compromiso», destaca el estudio.

«Esto no significa en absoluto que un modelo lingüístico sea mejor que los médicos a la hora de elaborar el historial clínico», afirma Alan Karthikesalingam, científico de investigación clínica de Google Health en Londres y coautor de este estudio. «Sino más bien que los médicos de atención primaria del estudio probablemente no estaban acostumbrados a interactuar con los pacientes a través de un chat basado en texto, lo que podría haber afectado a su rendimiento.

Primer paso hacia un diagnóstico más preciso

Denominado Articulate Medical Intelligence Explorer (AMIE), este chatbot de Google es aún puramente experimental ya que no se ha probado con personas que padecen problemas de salud reales, sino con participantes entrenados para representar a individuos con problemas médicos.

«Queremos que los resultados se interpreten con cautela y humildad», afirma Karthikesalingam.

«Que sepamos, es la primera vez que un sistema de IA conversacional se diseña de forma óptima para el diálogo diagnóstico y la elaboración del historial clínico», sostiene.

El estudio fue publicado el pasado 11 de enero en el repositorio de preimpresiones arXiv y aún no ha sido revisado por pares.

«Democratización» de la sanidad

Los autores del estudio recalcan que con el tiempo, este chatbot podría desempeñar un papel en la «democratización de la atención sanitaria». No obstante, aunque podría ser una herramienta útil, no debería sustituirse a las interacciones físicas con médicos, afirma Adam Rodman, médico internista de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston (Massachusetts, Estados Unidos).

«La medicina es mucho más que recopilar información: se trata de relaciones humanas», sostiene Rodman en declaraciones recogidas por Nature.

Conversaciones médicas

Uno de los retos a los que se enfrentaron los desarrolladores fue la escasez de conversaciones con médicos reales disponibles y que pudieran ser utilizadas como datos para la herramienta, afirma Vivek Natarajan, científico investigador de IA en Google Health en Mountain View, California, y coautor del estudio. Para resolver este problema, se ideó una forma de que el chatbot se entrenara con sus propias «conversaciones».

Se usaron historiales médicos electrónicos y conversaciones médicas transcritas, así como interpretaciones del papel de una persona con una dolencia concreta y el de un médico «empático» para intentar comprender el historial de la persona e idear un diagnóstico, o hasta el de un crítico que evalúa la interacción del médico con la persona tratada.

Los investigadores reclutaron a 20 personas que habían sido entrenadas para hacerse pasar por pacientes y les hicieron realizar consultas en línea de forma textual, tanto con el chatbot AMIE como con 20 médicos colegiados, pero sin decirles si hablaban con un humano o con un robot. Los participantes simularon 149 escenarios clínicos y luego se les pidió que evaluaran su experiencia.

¿Imparcialidad?

Los investigadores detallan que los próximos pasos consistirán en realizar estudios más detallados para evaluar posibles sesgos y garantizar que el sistema sea equitativo en diferentes poblaciones. El equipo de Google también está empezando a estudiar los requisitos éticos para probar el sistema con humanos que tengan problemas médicos reales.

Daniel Ting, científico clínico especializado en IA de la Facultad de Medicina Duke-NUS de Singapur, está de acuerdo en que es esencial examinar el sistema en busca de sesgos. El objetivo es asegurarse de que el algoritmo no penaliza a grupos raciales que no están bien representados en los conjuntos de datos previos.

La privacidad de los usuarios también es un aspecto importante a tener en cuenta, afirma Ting. «En el caso de muchas de estas grandes plataformas comerciales de modelos lingüísticos, todavía no estamos seguros de dónde se almacenan los datos y cómo se analizan», afirma en declaraciones recogidas por Nature.

Referencia: Tu T, Palepu A, Schaekermann M, Saab K, Freyberg J, Tanno R, et al. Towards Conversational Diagnostic AI.  Preprint at https://arxiv.org/abs/2401.05654 (2024).https://arxiv.org/abs/2401.05654

15 enero 2024| Fuente: DW.com| Tomado de Ciencia

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