oct
7
Las mujeres embarazadas que tenían una mayor adherencia a una dieta de estilo mediterráneo tuvieron un menor riesgo de preeclampsia, según los resultados de un nuevo estudio.[1]
«Al ser un estudio observacional, obviamente tiene limitaciones que deben tenerse en cuenta, pero estos resultados se basan en otra evidencia de que la dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular y se extienden esos hallazgos al embarazo, ya que la preeclampsia es un resultado cardiovascular», compartió el autor principal, el Dr. Noel Mueller, Ph. D., profesor asociado de la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, en Baltimore, Estados Unidos a Medscape Noticias Médicas.
El estudio se publicó en versión electrónica el 20 de abril en Journal of the American Heart Association.[1]
Los autores señalaron que la preeclampsia, caracterizada por una variedad de síntomas que incluyen hipertensión, proteinuria y disfunción de órganos diana, es un trastorno que ocurre en hasta 5% a 10% de todas las mujeres embarazadas en todo el mundo y es más frecuente en mujeres de raza negra. Es una de las principales causas de morbilidad materna y fetal y aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo, incluida la hipertensión crónica, la enfermedad de las arterias coronarias, el ictus isquémico y la insuficiencia cardiaca.
Los niños nacidos de madres con preeclampsia también tienen un riesgo elevado de tener presión arterial más alta y otros parámetros cardiometabólicos anormales.
Apuntaron que múltiples estudios han demostrado el beneficio de la dieta mediterránea, caracterizada principalmente por un alto consumo de verduras, frutas y grasas no saturadas, en la reducción del riesgo cardiovascular en la población no embarazada. El estudio actual se realizó para investigar si los beneficios también podrían verse en mujeres embarazadas con una reducción del riesgo de preeclampsia.
Para el estudio, que utilizó datos de la Boston Birth Cohort, se obtuvieron datos sociodemográficos y dietéticos maternos de 8.507 mujeres a través de entrevistas y cuestionarios de frecuencia de alimentos dentro de las 24 a 72 horas posteriores al parto. Se calculó una puntuación de dieta de estilo mediterráneo a partir del cuestionario de frecuencia de alimentos. La información clínica adicional, incluidos los diagnósticos médicos de condiciones preexistentes y preeclampsia, se obtuvo de los registros médicos.
De las mujeres de la muestra, 848 desarrollaron preeclampsia, de las cuales 47% eran de raza negra y 28%, hispana.
Después del ajuste multivariable, la mayor adherencia a una dieta de estilo mediterráneo se asoció con menores probabilidades de desarrollar preeclampsia (odds ratio [OR] ajustado comparando el tercil 3 con el tercil 1: 0,78; intervalo de confianza de 95% [IC 95%]: 0,64 a 0,96).
Un análisis de subgrupos de mujeres negras demostró un beneficio similar con un OR ajustado que comparó el tercil 3 con el tercil 1 de 0,74 (IC 95%: 0,76 a 0,96).
En esta cohorte diversa racial y étnicamente, las mujeres que se adhirieron más a una dieta de estilo mediterráneo durante el embarazo tuvieron una reducción de más de 20% en la probabilidad de desarrollar preeclampsia, después de ajustar los posibles factores de confusión. Además, la evidencia del efecto protector de una dieta de estilo mediterráneo contra las probabilidades de desarrollar preeclampsia permaneció presente en un análisis de subgrupos de mujeres de raza negra», concluyeron los investigadores.
Cuando se le preguntó si esto sería suficiente evidencia para recomendar una dieta mediterránea a las mujeres embarazadas, el Dr. Mueller dijo que las organizaciones que emiten pautas dietéticas probablemente requieran la replicación de estos resultados y también posiblemente un estudio aleatorizado en un grupo de población diverso antes de recomendar tal dieta.
«Eso es algo que nos gustaría hacer, pero requerirá tiempo y dinero», agregó.
La autora principal del estudio, la Dra. Anum Minhas, de la Johns Hopkins University School of Medicine, Baltimore, Estados Unidos, comentó que, mientras tanto, recomendaría una dieta mediterránea a sus pacientes embarazadas.
«La dieta mediterránea es una forma muy saludable de comer. No veo ningún inconveniente en seguir una dieta de este tipo durante el embarazo, especialmente para las mujeres de alto riesgo, las que tienen obesidad, hipertensión o diabetes gestacional, y es probable que existan otros beneficios potenciales como reducción del aumento de peso y reducción de la diabetes gestacional», añadió.
El Dr. Mueller dijo que apreciaba este enfoque pragmático. «A veces puede haber dudas sobre hacer recomendaciones a partir de estudios observacionales, pero la alternativa a recomendar esta dieta es no hacer recomendaciones sobre la dieta o recomendar una dieta alternativa», dijo. «La dieta mediterránea o la dieta DASH, que es bastante similar, han mostrado por mucho la mayor evidencia de cardioprotección entre todas las dietas. Se ha demostrado que reducen la presión arterial y los lípidos y mejoran el riesgo cardiovascular, y creo que ahora podemos asumir que eso probablemente se extienda al embarazo. Me siento cómodo con recomendar esta dieta a las mujeres embarazadas».
Lea más: Consejos nutricionales para pacientes con hipertensión arterial
Pero añadió: «Habiendo dicho eso, todavía se necesita un estudio aleatorizado en el embarazo. Creemos que funciona, pero hasta que no tengamos un ensayo aleatorizado no lo sabremos con seguridad y no sabremos qué tanto beneficio podemos obtener».
Comentando el estudio para Medscape Noticias Médicas, la Dra. JoAnn Manson, jefa de la división de Medicina Preventiva en el Brigham and Women’s Hospital, en Boston, Estados Unidos, señaló que este tipo de estudio observacional es importante para la generación de hipótesis, pero no puede probar las relaciones de causa y efecto.
«La evidencia es lo suficientemente prometedora», indicó la Dra. Manson, que no participó en este estudio. Pero añadió que, para seguir adelante, se necesitaría un ensayo aleatorizado en mujeres con un riesgo elevado de preeclampsia, comenzando al principio del embarazo, o incluso antes.
«Mientras tanto», anotó, «se podrían aprovechar varias cohortes a gran escala para observar una evaluación de la dieta antes o durante el embarazo y ver si este patrón dietético se asocia prospectivamente con un menor riesgo de preeclampsia».
«Con más datos de apoyo, y en vista de la seguridad de la dieta y los beneficios cardiovasculares generales, podría convertirse en una herramienta importante para prevenir resultados adversos en el embarazo».
El estudio Boston Birth Cohort fue apoyado en parte por subvenciones de March of Dimes, National Institutes of Health y Health Resources and Services Administration of the US Department of Health and Human Services. Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Referencia
Minhas AS, Hong X, Wang G, Keun Rhee D, Liu T, Zhang M, Michos ED, et al. Mediterranean‐Style Diet and Risk of Preeclampsia by Race in the Boston Birth Cohort. JAHA[Internet]. 2022[citado 6 oct 2023];11:e022589. https://doi.org/10.1161/JAHA.121.022589
7 octubre 2023| Fuente: Medscape|Tomado de | Noticias y Perspectivas | Medscape Noticias Médicas
oct
6
Una nueva investigación encuentra un posible vínculo entre ciertos genes y la adopción de una dieta vegetariana estricta.
Su genética podría ayudarle a cambiar sus hábitos de comer vegetales, sugiere una nueva investigación realizada el miércoles. El estudio encontró una posible asociación entre la adopción de una dieta vegetariana estricta y hasta 34 genes diferentes. Algunos de estos genes afectan la función cerebral y cómo nuestros cuerpos procesan las grasas que obtenemos de nuestra comida, ofreciendo una explicación plausible para una relación de causa y efecto, pero se necesitará más investigación para confirmar y comprender mejor este enlace potencial.
Alrededor del 4 % de los estadounidenses identificar actualmente como vegetarianos, según los datos de la encuesta Gallup. Es un número que no ha cambiado mucho en las últimas dos décadas, aunque otros datos sugiere que la gente en general come menos carne que antes. Al mismo tiempo, muchos vegetarianos comerán carne al menos ocasionalmente. Un estudio de 2015, por ejemplo, encontró que el 48 % de los autoidentificados vegetarianos admitieron haber comido recientemente carne, aves o mariscos.
La dificultad para poder mantener este estilo de vida, a pesar de las fuertes motivaciones morales y de salud que llevan a muchas personas a volverse vegetarianas, hizo Los autores de este nuevo estudio sienten curiosidad. Y dado que otras investigaciones han descubierto que la genética puede influir nuestras elecciones de alimentos En general, querían ver si lo mismo era cierto para el vegetarianismo específicamente.
Para hacer esto, los investigadores recurrieron al Biobanco del Reino Unido, un proyecto de investigación de larga duración que recopila datos genéticos y de salud de cientos de personas de miles de residentes del país. Luego realizaron un estudio de asociación de todo el genoma (GWAS), un tipo de análisis que busca genes o Variantes genéticas vinculadas estadísticamente a enfermedades o rasgos en un grupo grande de personas.
El equipo comparó la genética de más de 5 000 personas que se identificaron como estrictamente vegetarianas (lo que significa que informaron que no comían pescado, carne o aves de corral).) a más de 320 000 controles. En general, identificaron tres genes con una asociación claramente significativa con el vegetarianismo y otros 31 genes que tenían una potencial asociación al el rasgo.
La investigación, publicado El miércoles en PLOS-One es el primero de su tipo, según el autor del estudio Nabeel Yaseen, profesor emérito de patología en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
“Nuestro estudio es el primer estudio completamente indexado y revisado por pares que aborda la genética del vegetarianismo”, le dijo a Gizmodo en un correo electrónico.
Los estudios GWAS ayudan a los científicos a identificar las muchas maneras en que la genética puede afectar nuestras vidas, pero tienen advertencias. Al igual que otros tipos de investigación observacional, Por ejemplo, sólo pueden mostrar una correlación entre dos variables, no probar una relación causal directa. Y en este caso, hay Todavía hay mucho que desconocemos sobre los posibles fundamentos genéticos del vegetarianismo.
“Hemos demostrado que los vegetarianos presentan diferencias genéticas significativas con respecto a los no vegetarianos e identificados varios genes candidatos. Sin embargo, no sabemos cuál de los genes que identificamos y qué variantes de esos genes son fundamentales para el vegetarianismo», dijo Yaseen.
Dicho esto, los hallazgos deberían proporcionar a los científicos algunas pistas sobre dónde buscar a continuación. Algunos de los genes que el equipo encontró son conocidos afectar la forma en que metabolizamos los lípidos (grasas) en nuestros alimentos, por ejemplo. Los alimentos cárnicos también tienden a tener lípidos complejos que son diferentes de lo que generalmente está disponible en los productos vegetales. Es posible, teoriza Yaseen, que nuestra fuerte preferencia por la carne esté influenciada por nuestra necesidad inconsciente de estos lípidos, y que los vegetarianos estrictos tienden a poseer variantes genéticas que les permiten producir estos lípidos por sí solos. Pero en este Punto, eso es sólo especulación, añade.
Otras preguntas importantes que el equipo espera que ellos u otros científicos puedan explorar en el futuro incluyen si estos genes y variantes relacionados con los vegetarianos pueden encontrarse en grupos étnicos distintos de los caucásicos blancos (para evitar posibles factores de confusión, el equipo centró su análisis solo en este grupo). En última instancia, lo que aprendamos de esta investigación algún día podría permitirnos personalizar mejor las recomendaciones dietéticas o incluso producir mejores sustitutos de la carne.
Este contenido ha sido traducido automáticamente del material original. Debido a los matices de la traducción automática, pueden existir ligeras diferencias.
Referencia
Yaseen N, Barnes CL, Sun L, Takeda A, Rice JP. Genetics of vegetarianism: A genome-wide association study. PLOS One[Internet].2023[citado 5 oct 2023]; 18(10): e0291305. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0291305
6 octubre 2023 |Fuente: Gizmodo| Tomado de Ciencia
oct
2
En el día mundial del corazón se pone de manifiesto que las técnicas de imagen confirman la relación inversa entre la dieta mediterránea y la enfermedad cardiovascular, según especialistas en imagen del corazón de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
«Desde la publicación de los magníficos resultados del estudio PREDIMED acerca de la relación entre la dieta mediterránea y la enfermedad cardiovascular se han realizado otros estudios con técnicas de imagen que refuerzan esta relación inversa», apunta la Dra. Antonia Arjonilla López, responsable de coordinación institucional de la SERAM y jefa de servicio de Radiología del Hospital Vithas Aravaca.
Estudios ecográficos del grosor intima media de la arteria carótida (IMT) basales y su comparación con aquellos tras la instauración de la dieta mediterránea prueban la mejoría del mismo y permiten asociarlo con un menor riesgo de accidente cerebrovascular e infarto de miocardio.
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) son muy prometedoras en este sentido, en un futuro próximo, porque no solo muestran la ralentización en la progresión de las placas de arteriosclerosis en los pacientes con dieta mediterránea en términos cuantitativos, sino que además permiten determinar de forma cualitativa una mejoría en la composición y vulnerabilidad de las mismas.
Además, «algunos marcadores subclínicos de insuficiencia cardiaca medidos por resonancia magnética como el volumen ventricular izquierdo, la masa del ventrículo izquierdo o la fracción de eyección mejoran tras la adhesión a la dieta mediterránea», señala la Dra. Arjonilla.
Algunos de los componentes comunes de la dieta mediterránea
Aceite de oliva virgen extra como fuente principal de grasa
Alto consumo de alimentos no procesados como pescado, verduras, frutas, legumbres y cereales integrales
Bajo consumo de carnes rojas
Papel del Radiólogo
«Como especialistas en imagen debemos seguir monitorizando esta relación inversa entre nuestra magnífica dieta mediterránea y los eventos cardiovasculares adversos para que, junto a nuestros compañeros clínicos, logremos mentalizar a la población y a los sistemas de salud de la importancia de priorizar la prevención de la enfermedad cardiovascular que es la enfermedad más prevalente» apunta la Dra. Arjonilla.
Referencia
Estruch R. Qué nos ha enseñado y qué nos queda por aprender del estudio PREDIMED. Av Diabetol[Internet]. 2013[citado 2 oct 2023]; 29(4): 81-87. https://doi.org/10.1016/j.avdiab.2013.05.003
2 octubre 2023 |Fuente: IMMedico | Tomado de Noticias Cardiología
sep
18
La nutrición parenteral de pacientes pediátricos que incorpora cuatro fuentes de lípidos (4-OLE), entre ellas el aceite de pescado, demostró reducir las hospitalizaciones y las infecciones urinarias.
El uso prolongado de la fórmula convencional, basada en aceite de soja puro, fue vinculado a un incremento en el riesgo de disfunción hepática y a la disminución de la eficacia del sistema inmunológico, lo que puede ocasionar infecciones y otras complicaciones de gravedad.
Los hallazgos del estudio clínico observacional Change to Mixed-Lipid Emulsion From Soybean Oil–Based Lipid Emulsion in Pediatric Patients publicado por la revista *, evidencian los efectos del cambio a 4-OLE y su asociación con resultados clínicos en pacientes pediátricos críticos y no críticos que requieren NP.
Cambios de la nutrición parenteral
La población pediátrica hospitalizada y en estado crítico con afecciones clínicas como quemaduras, traumatismos, enterocolitis necrotizante y malabsorción, requieren nutrición parenteral (NP) como fuente primaria o complementaria de atención nutricional. Esta conducta esencial para prevenir la desnutrición, evita el riesgo de mortalidad, infecciones y duración de la estancia hospitalaria.
La emulsión lipídica intravenosa (ELI) más utilizada de la NP se compone por 100 % de aceite de soja. En pacientes adultos, estas ELI se asociaron con efectos adversos importantes, incluido el empeoramiento de la inflamación y la inmunosupresión, principalmente debido a los ácidos grasos omega-6.
La innovadora composición lipídica 4-OLE, destinada a pacientes jóvenes afectados por cáncer, trastornos intestinales y diversas enfermedades que impiden alimentarse de manera convencional, aguarda la adopción generalizada que se suponía a partir de su reciente aprobación por la FDA. A pesar de ella, aún no se ha generalizado en hospitales de EE.UU la adopción de este enfoque más equilibrado para la administración de lípidos.
Luego de la aprobación por la FDA, el cambio de los pacientes, tanto adultos como pediátricos, fue inmediato en los hospitales del Sistema de Salud de la Universidad de Duke (Duke University Health System), centro de referencia académico de EE. UU.
La experiencia que permitió comparar los resultados clínicos anteriores y posteriores al cambio en la atención, predispuso a los especialistas de Duke a compartir la evidencia lograda con quienes soliciten mayor información.
La transición hacia el 4-OLE puede tener un impacto positivo en los resultados y reducir de manera significativa la estadía hospitalaria.
Participantes de la investigación
El estudio se centró en pacientes pediátricos con edad comprendidas entre 1 mes y 17 años que requirieron nutrición parenteral desde mayo de 2016 hasta septiembre de 2019. Los datos fueron analizados desde octubre de 2020 hasta febrero de 2023.
El análisis retrospectivo incluyó un total de 648 pacientes del hospital de niños de la universidad, de los cuales 342 pertenecían a las unidades de cuidados intensivos.
El 30 % recibió nutrición lipídica tradicional a base de aceite de soja y el 70 % el nuevo lípido con aceite de pescado.
Los pacientes pediátricos que recibieron el lípido 4-OLE que incluía el aceite de pescado presentaron menos complicaciones y estadías hospitalarias más cortas.
El artículo también da cuenta de mayores beneficios entre los pacientes de la UCI. En el grupo de cuidados intensivos, los lípidos de cuatro aceites se asociaron a una reducción de 13 días en la duración media de la estadía hospitalaria, mientras que la incidencia de infecciones urinarias descendió del 20,9 % al 6 %.
Cuando los datos últimos se ajustaron con el objetivo de considerar las posibles diferencias entre los grupos, el beneficio del nuevo 4-OLE fue el mismo o incluso mayor.
Los datos ajustados mostraron reducciones significativas del 20 % en la duración de la estadía hospitalaria y en las infecciones urinarias de los niños ingresados en unidades hospitalarias pediátricas generales y UCI pediátricas en particular.
La fórmula 4-OLE de cuatro aceites incluye aceites de soja y oliva y un triglicérido de cadena media que tiende a equilibrar la ingesta de lípidos para aproximarse más al correspondiente a una dieta sana.
La combinación de fuentes de lípidos o grasas también reduce los posibles efectos negativos de un exceso de omega-6 en el aceite de soja, probable contribuyente al aumento del riesgo de infecciones y otras complicaciones.
La inclusión de 4-OLE
Los autores destacan haber observado una tendencia a la reducción de los reingresos hospitalarios a los 90 días en todos los niños hospitalizados y en los de la UCI que recibieron el nuevo 4-OLE con aceite de pescado; este dato respaldaría su uso en la nutrición parenteral en hospitales de todas las categorías y no solo pediátricos.
Además de evidenciar una reducción de la colestasis y los marcadores de lesión hepática, los datos del estudio coinciden con los obtenidos por estudios europeos demostrativos de la seguridad de 4-OLE en pacientes pediátricos.
Debido al costo mayor que representa el lípido de cuatro aceites, muchos hospitales no realizaron todavía el cambio de la antigua formulación de aceite de soja. Sin embargo, los análisis del gasto de infección, la utilización de la nueva NP es más económica y contribuiría a la reducción de costos.
A pesar de los riesgos asociados con la nutrición intravenosa, la nueva fórmula de cuatro aceites, se presenta como una herramienta pediátrica valiosa por ser más segura y beneficiosa para la recuperación hospitalaria.
Referencia
Haines KL, Ohnuma T, Hornik CD, Dang Hornik Ch, Grisel B, Leraas H, et al. Change to Mixed-Lipid Emulsion From Soybean Oil–Based Lipid Emulsion in Pediatric Patients. JAMA Netw Open. 2023;6(9):e2332389. doi:10.1001/jamanetworkopen.2023.32389
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2808903
Fuente: (SIIC Salud) Tomado Noticias biomédicas Copyright siicsalud© 1997-2023
sep
15
Un equipo de investigadoras del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona (España) ha comprobado que la leche materna contiene ADN de tumores de mama, lo que abre la puerta a que se pueda utilizar como una biopsia líquida para diagnosticar el cáncer en etapas tempranas.
El estudio, publicado en la revista ‘Cancer Discovery’, parte de la preocupación de una paciente con cáncer de mama que temía haber transmitido la enfermedad a su bebé durante la lactancia, pues fue diagnosticada poco después de haber dejado de dar el pecho a su segunda hija y estando embarazada de su tercera. La jefa de la Unidad de Mama del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del VHIO, Cristina Saura, ha explicado que esa paciente trajo una muestra de leche materna que tenía guardada en su congelador. ‘Si bien le dijimos que no había riesgo de transmitir el tumor, decidimos analizar la muestra a la búsqueda de marcadores que pudieran ayudarnos en la investigación’, ha relatado.
Las investigadoras observaron que, en esta bolsa, recogida unos 18 meses antes del diagnóstico, ya había ADN del tumor, conocido como ADN tumoral circulante (ADNct). Tirando del hilo, las investigadoras recogieron muestras de leche materna y sangre de más pacientes con cáncer de mama diagnosticadas durante el embarazo o el postparto, así como de mujeres sanas que estaban en curso de lactancia materna.
De 15 casos de mujeres con cáncer de mama ya diagnosticado durante el embarazo o en el postparto, en 13 de ellas se detectó en la leche la misma mutación que en el tumor que padecían; en cambio, en muestras de sangre solo una era positiva. ‘En tumores localizados, la liberación de ADN en la sangre es bajita y está muy diluido, pero en la lecha materna vemos que hay una cantidad más fácil de detectar, por lo que es una potencial herramienta de diagnóstico’, ha indicado Saura.
El siguiente paso es iniciar un estudio más amplio para recoger muestras de leche materna de 5 000 mujeres sanas a nivel mundial que se hayan quedado embarazadas con 40 años o más, o bien de cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de padecer cáncer de mama (BRCA1, BRCA2, PALB2, RAD51C/D). El objetivo es corroborar si el cáncer de mama se puede detectar en una fase más temprana en la leche materna, incluso antes que mediante técnicas de imagen o analíticas de sangre.
Si los resultados son los esperados, Saura ha aventurado que se podría hacer un cribado a través de la leche materna a todas las mujeres después de dar a luz, al igual que se hace con los recién nacidos en la conocida como prueba del talón para detectar un grupo de enfermedades. ‘Pensamos que tendría utilidad, porque el cribado poblacional de cáncer de mama es a partir de los 50 años, mediante una mamografía, y esta nueva prueba se posicionaría en una población -más joven- en la que no estamos haciendo pruebas; y contra antes diagnostiquemos el cáncer, más posibilidad tenemos de curarlo’, ha subrayado.
Referencia
Saura S, Ortiz C, Matito J, Arenas JE, Suñol A, Martín A, et al. Early-Stage Breast Cancer Detection in Breast Milk. Cancer Discov 2023; https://doi.org/10.1158/2159-8290.CD-22-1340
Fuente: (Prensa Latina) – Tomado de la Selección Temática sobre Medicina de Prensa Latina. Copyright 2019. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.
sep
7
La fermentación de la corona, el corazón y la cáscara de la piña permite obtener nuevos productos
A partir de la fermentación de la corona, el corazón y la cáscara de la piña, en la que se utilizó el hongo Aspergillus niger GH1, obtenido en el desierto del norte de México, una investigación ha permitido obtener compuestos bioactivos fenólicos, reconocidos por su actividad antibacteriana, antitumoral, anticancerígena y con potencial aplicación en las industrias cosmética, alimentaria y farmacéutica.
Con su investigación, Sarah Lucía Paz Arteaga, magíster en Ciencias -Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, contribuye a buscar alternativas biotecnológicas para darle una valorización sostenible a los residuos de piña, obtener compuestos bioactivos de alto valor con múltiples aplicaciones para diversas industrias, y disminuir la contaminación por la inadecuada disposición final de estos desechos, en cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 12: “Producción y consumo responsables”. y establece la gestión eficiente de los residuos.
La magíster menciona que “queremos generar un valor agregado a los subproductos de la piña, pues aunque se ha trabajado bastante con estos residuos, su transformación es un proceso costoso. La fermentación en estado sólido consiste en someterlos, casi en ausencia de agua, a la fermentación por un microorganismo, en este caso el hongo Aspergillus niger GH1, obtenido en el desierto del norte de México”.
Dicho hongo se diferencia de otros microrganismos fermentadores porque se adapta fácilmente y genera muchas enzimas (proteínas complejas que pueden ayudar a descomponer los alimentos para que el cuerpo los pueda usar).
“En estos procesos las enzimas son muy importantes porque son las que generan el compuesto activo para que sirva para un proceso posterior, en este caso para la elaboración de los fenoles. Los compuestos fenólicos son una familia química muy amplia, con alta actividad antioxidante, es decir que son capaces de contrastar los radicales libres, compuestos químicos altamente reactivos que pueden dañar las células; por ejemplo causan tumores o cáncer, y son los responsables del envejecimiento”.
Además, una parte de la familia de los fenoles se usa en los cosméticos para fotoprotección de los rayos solares y también como matriz, es decir como la base para elaborar estos productos.
Algunas estructuras fenólicas presentes en los residuos de la piña son el linalol, el α-terpineol y el furfural, estudiados por su efecto inhibitorio contra las bacterias patógenas Escherichia coli, Listeria monocytogenes y Staphylococcus aureus.
Más que basura
En Colombia, la piña se cultiva especialmente en Santander, Valle del Cauca y Meta. Los tratados de libre comercio han abierto las puertas de su exportación a Italia, Estados Unidos, Chile, España, Reino Unido y Portugal, por lo que a su alta producción hay que sumarle el incremento en la generación de residuos.
“La mayoría de los residuos en el país no tiene un manejo adecuado, en especial los orgánicos, es decir aquellos provenientes de productos naturales como las frutas o las hortalizas. Cuando llegan a los vertederos se fermentan solos y se generan gases que contribuyen con el efecto invernadero, contaminan, producen olores desagradables y atraen plagas”, menciona la magíster.
Para su investigación visitó dos de las grandes agroindustrializadoras de piña y otras frutas en el Valle del Cauca, una dedicada a la exportación de la fruta y la otra a la elaboración de pulpas y jugos para venta nacional.
“Ellos comentaban que en este momento no se hace nada con estos residuos. Los dos tienen una gran cantidad de ellos y nunca habían visto la posibilidad de usarlos en otra cosa que no sea ir a la basura. Teniendo en cuenta que el 60 % de la piña es considerada como desperdicio y todo eso se bota”, comenta la ingeniera agroindustrial.
El futuro de los residuos de piña
Entre los hallazgos más relevantes de la investigación se destacan la presencia de compuestos bioactivos producto de la fermentación; la capacidad antioxidante y la actividad de dos enzimas: de β-glucosidasa y celulasas, y la efectividad como agente antimicrobiano contra de la L. monocytogenes y S. aureus, causantes de fiebre y diarrea, e infecciones en la piel, el torrente sanguíneo y las válvulas del corazón, respectivamente.
A partir de esos resultados, se evidencia que es posible incorporar esta metodología biotecnológica de fermentación en estado sólido, para el tratamiento de residuos en plantas agroindustriales de piña y evaluar el costo-beneficio de este cambio.
Dentro de las recomendaciones para futuros estudios, se cuentan la incorporación del extracto obtenido como aditivo en una película o recubrimiento alimentario funcional, la evaluación de su función como agente antioxidante y antimicrobiano, y el reemplazo en un alimento de los antioxidantes sintéticos como BHA y BHT por el extracto para probar su efectividad.
La investigadora indica que un avance en su trabajo sería revisar toxicológicamente si tiene algún efecto secundario, para poder ponerlo en una matriz alimentaria e intentar que estos compuestos fenólicos no se vayan a degradar o a desintegrar antes de que lleguen al tracto digestivo, que es lo que se busca.
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