China debe profundizar la reforma de su sistema de salud para hacer frente a las necesidades de una población que envejece rápidamente y controlar los elevados costes del gasto sanitario público ante la ralentización de su crecimiento económico, señala un estudio.

 El número de mayores de 65 años en China, que ahora se cifra en 140 millones de personas, subirá a 230 millones hasta 2030 ante el aumento continuado de la esperanza de vida, que se situaba en 75 años en 2009, señala el texto.

 Si Pekín no hace reformas, su gasto público alcanzará los 15,8 billones de yuan (2.400 billones de dólares) en 2035, frente a los 3,5 billones de yuan de 2014.

 Las conclusiones se basan en un estudio de dos años realizado en 21 provincias en China por el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Finanzas, y la comisión de planificación familiar y de salud nacional y el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China.

 «Las reformas sanitarias en China han sido enormes (…) pero China se enfrenta a muchos problemas típicos de sociedades más prósperas, como una mayor esperanza de vida y enfermedades crónicas y no contagiosas, lo que encarecería mucho el sistema», señaló a la prensa el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim.

 «China tiene oportunidades de evitar costes más altos mediante reformas más profundas en su sistema sanitario y ofrecer un servicio de calidad a un coste razonable», dijo Kim.

 Las ocho recomendaciones clave del informe incluyen mejorar el papel y la actuación de los hospitales públicos, animar a los pacientes a la autogestión de su salud, mejorar el estatus y la remuneración de los profesionales sanitarios y la capacidad de las agencias aseguradoras de actuar en interés de los pacientes vinculando los pagos con el logro de mejores niveles sanitarios.

 El Banco Mundial estima que se tardaría diez años en implementar las reformas recomendadas en el estudio, que ayudarían al país a ahorrar un tres por ciento de su producto interno bruto (PIB) hasta 2025.

«Ello significa (…) conectar de forma más efectiva (todos los niveles de servicios sanitarios) para que la gente pueda obtener el cuidado necesario en cada momento de la vida», señaló Margaret Chan, directora general de la OMS. 

 «Es también el momento de trabajar de forma más eficiente entre sectores, proteger a la gente de hábitos de riesgo como el tabaco o una dieta poco sana y prepararlos para un envejecimiento de calidad», dijo Chan.

 Sobre las preocupaciones por la contaminación del aire, China ha aumentado su compromiso para hacer frente a ese problema tras sufrir niveles críticos de smog en 2013, dijo Kim.

 China inició su más reciente reforma sanitaria en 2009 y desde entonces logró una cobertura casi universal y redujo gastos.

 El vice primer ministro del Consejo de Estado de China, Liu Yandong, señaló en un comunicado que se estudiará el informe y se aplicarán las recomendaciones de cara al decimotercer plan quinquenal de reforma sanitaria.

 Tras décadas de robusto crecimiento, la economía China solo creció un 6,9 % en 2015, el dato más lento en más de un cuarto de siglo. El objetivo del Gobierno para 2016 se sitúa entre el 6,5 y el 7,0 %.

 julio 24/ 2016   (dpa) – Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

 

 

julio 24, 2016 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Geriatría, Sociología | Etiquetas: , |

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