Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard observó datos sobre más de 133 000 mujeres y hombres estadounidenses, a quienes se dio un seguimiento durante hasta 24 años.

Tras ajustar por otros factores del estilo de vida, como fumar y la actividad física, los investigadores encontraron que a medida que aumentaba el consumo diario de frutas y verduras no almidonadas, los riesgos de aumento excesivo de peso disminuían.

Pero el consumo de verduras almidonadas (como las papas, el maíz y los guisantes) se vinculó con el aumento de peso, según un equipo dirigido por Monica Bertoia, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard y del Hospital Brigham and Women’s, en Boston.

Los hallazgos no pueden probar causalidad. Pero el estudio podría «ofrecer más directrices específicas sobre la comida para la prevención de la obesidad, un factor de riesgo importante de la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, los cánceres y muchas afecciones de salud más», apuntaron los investigadores.

Los resultados se publicarn en la revista PLOS Medicine.

Los hallazgos no sorprendieron a los expertos en nutrición.   Erin Keane es dietista registrada y gerente asistente de nutrición clínica para pacientes ambulatorios del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Dijo que la diferencia entre las verduras almidonadas y no almidonadas tiene que ver con algo que se conoce como la «carga glucémica».

«Se cree que los alimentos con una carga glucémica más baja producen menos aumentos en la glucosa en sangre, lo que puede reducir el hambre y en potencia aminorar la ingesta calórica total durante el transcurso del día», explicó Keane.

Entre las verduras que se considera que tienen una carga glucémica baja están el brócoli, la coliflor, la col, las coles de Bruselas, la berza, la acelga, la espinaca, la lechuga romana, el tofu/soya y los pimientos, apuntó Keane.

Las verduras con una carga glucémica alta (como las papas y el maíz, ricos en almidón) podrían ser menos saludables respecto al aumento de peso, comentó.

La fibra también podría ser importante. Keane anotó que las verduras ricas en fibra también se relacionaron con un mejor control del peso cuando el equipo de la Universidad de Harvard sacó el consumo de papas del cálculo.

En cuanto a la fruta, las bayas con una carga glucémica baja parecían tener el mayor impacto en términos de no subir de peso en exceso, dijo.

Keane enfatizó que el estudio se concentró en adultos relativamente sanos, blancos y con un alto nivel educativo, de forma que «no podemos generalizar estos hallazgos a todos los individuos».

Otra dietista dijo que comer muchas frutas y verduras siempre es buena idea.

«Los alimentos ricos en fibra, como los evaluados en este estudio, ayudan a controlar el hambre y a mantener los niveles de azúcar en sangre estables, dos elementos que pueden ayudar a facilitar la pérdida de peso y el mantenimiento de un peso saludable», afirmó Dana Angelo White, profesora clínica asistente de entrenamiento deportivo y medicina del deporte de la Universidad de Quinnipiac en Hamdem, Connecticut.

octubre 04/ 2015 (IntraMed)

 

octubre 5, 2015 | Dra. María Elena Reyes González | Filed under: Bienestar y Calidad de Vida, Enfermedades Nutricionales, Medicina, Nutrición | Etiquetas: |

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