Hace apenas 20 años, la visión biónica era más un tema de ciencia-ficción que una meta médica realista. Pero en años recientes ha salido al mercado en Estados Unidos y Europa Occidental la primera tecnología de visión artificial, permitiendo que personas ciegas a consecuencia de la retinitis pigmentosa recuperen parcialmente la vista. Aunque es notable, esta tecnología tiene sus límites. Ha permitido que personas antes invidentes puedan ahora ver la puerta por donde entrar o salir de una habitación, e incluso leer letras del tamaño de titulares de periódico, pero no da tanto de sí como para permitirles conducir un automóvil, correr por la calle por ejemplo para hacer footing, o ver con cierto nivel de detalle el rostro de un ser querido.

Visión biónicaUn equipo de científicos dirigido desde la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos, y que cuenta con financiación a cargo del Instituto Nacional del Ojo, uno de los Institutos Nacionales estadounidenses de la Salud, está tratando de mejorar la tecnología al actuar sobre células específicas de la retina (el tejido neural situado en la parte posterior del ojo que convierte la luz en actividad eléctrica).

En las pruebas de laboratorio, el equipo de E.J. Chichilnisky ha usado estimulación eléctrica de células de la retina para producir los mismos patrones de actividad que aparecen cuando la retina ve un objeto en movimiento. Aunque aún queda más trabajo por hacer, lo logrado hasta ahora ya constituye un paso importante hacia la restauración de la visión natural de alta fidelidad en personas invidentes, según los investigadores. Los nuevos experimentos, en palabras de Chichilnisky, demuestran que es factible reproducir patrones naturales de actividad en la retina con una precisión exquisita.

La retina contiene varias capas de células. La primera capa alberga células fotorreceptoras, las cuales detectan la luz y la convierten en señales eléctricas. La retinitis pigmentosa y varias otras enfermedades que causan ceguera son causadas por la pérdida de estas células. La estrategia en la que se basan muchas retinas biónicas es no depender de los fotorreceptores y directamente estimular la capa de células ganglionares retinales, la última parada en el circuito de la retina antes de que las señales visuales lleguen al cerebro.

Existen varios tipos de prótesis de retina en desarrollo. Argus II es el más conocido de estos dispositivos.

La tecnología actual no tiene suficiente especificidad o precisión como para reproducir la visión natural. Aunque gran parte del procesamiento visual se produce en el cerebro, las células ganglionares retinales realizan una parte de este trabajo de procesamiento. Hay entre 1 y 1,5 millones de células de este tipo dentro de la retina, en al menos 20 variedades. La visión natural (incluyendo la capacidad de ver detalles de forma, color, profundidad y movimiento) requiere la activación de las células correctas en el momento adecuado.

El nuevo estudio muestra que una estimulación eléctrica sofisticada, siguiendo los patrones adecuados, puede lograr precisamente esto en el tejido retinal aislado.

En el trabajo de investigación y desarrollo también han participado Lauren Jepson, del Instituto Salk en La Jolla, California, y expertos de instituciones de Estados Unidos y Polonia.
julio 21/2014 (NCYT)

Lauren H. Jepson,Pawel Hottowy,Geoffrey A. Weiner,Władysław Dabrowski,Alan M. Litke,E.J. Chichilnisky.High-Fidelity Reproduction of Spatiotemporal Visual Signals for Retinal Prosthesis.Neuron Volume 83, Issue 1, p87–92, 2 Jul 2014,  doi.org/10.1016/j.neuron.2014.04.044

julio 29, 2014 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Bioingeniería, Oftalmología | Etiquetas: , , |

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