El procedimiento «Apollo», que se realiza de forma transoral, ya ha sido aplicado a 16 pacientes españoles.

La cirugía de reducción de estómago cuenta desde hace poco más de un año con una técnica que sigue la estela de las intervenciones mínimamente invasivas. Se trata del método Apollo, que permite realizar la gastroplastia en manga con abordaje transoral. Este procedimiento endoscópico dura en torno a una hora y el paciente recibe el alta en menos de 24 horas.

La primera paciente española -y de Europa- fue intervenida hace seis meses y, desde entonces, la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del hospital HM Universitario Sanchinarro, que dirige Gontrand López-Nava, ha puesto en práctica el nuevo método en otros 15 individuos. En todo el mundo se ha intervenido a unos 100 pacientes. El especialista reconoce que aún es pronto para aventurar resultados a largo plazo, pero la seguridad de la técnica pronostica su rápida expansión. De momento, la intención es «comprobar cómo es la curva de aprendizaje».

Manuel Galvao, pionero en endoscopia de la obesidad y especialista del Gastro-Obeso Center, en Sao Paulo (Brasil), ha acompañado a López-Nava en la presentación del sistema Apollo en España. Este experto ha corroborado que «todavía no se sabe cuál es la duración de los resultados de este método», y ha añadido que, en todo caso, «la obesidad no tiene cura; tiene control».

López-Nava ha resumido el procedimiento: «Una vez introducido el endoscopio a través de la boca, se suturan las paredes del estómago desde el interior». Se realizan «de siete a diez suturas endoscópicas uniendo las paredes gástricas para reducir el volumen disponible para la ingesta».

Postoperatorio
El especialista en obesidad ha destacado la práctica eliminación de complicaciones de carácter alérgico, ya que la sutura es de polidioxanona y todo el sistema se encuentra libre de látex. Además, el método se caracteriza por presentar un dolor postoperatorio limitado, que se añade a la rápida recuperación.

El especialista ha hecho hincapié en que este método constituye «una ayuda al cambio de hábitos» y que no servirá de nada sin «apoyo nutricional, psicológico y deportivo». En este sentido, ha recordado el mensaje que se debe transmitir al paciente:»Tienes el estómago suturado, pero te queda lo más difícil».

Hoy por hoy, Apollo se emplea para tratar a individuos con una obesidad que no sea excesivamente mórbida. También está indicado en pacientes a los que ya se sometió a gastroplastia tradicional pero sus estómagos se empiezan a dilatar. «En esos pacientes, hasta ahora, no podíamos hacer nada; no les podíamos volver a operar», ha apostillado el experto.

López-Nava cree que la ausencia de incisiones animará a muchas más personas a optar por la reducción de estómago. «Hay que resolver la obesidad de forma mínimamente invasiva porque actualmente el 99 por ciento de pacientes susceptibles a la cirugía no se tratan», ha señalado. En el caso de la gastroplastia, sólo se operan el 5 % de los que podrían beneficiarse de ella, porcentaje que se reduce al 1 % en el caso de las cirugías metabólicas destinadas a provocar una malabsorción de los alimentos.

Desde 2003 existe un sistema mínimamente invasivo: el balón intragástrico. «Ya hay unos nueve tipos de balones. Los pacientes adelgazan y se obtienen buenos resultados, pero en muchos casos duran lo que dura el balón: entre seis meses y un año. Ahí es cuando se hace necesario suturar el estómago», ha recalcado.
noviembre 27/2013 (Diario Médico)

diciembre 3, 2013 | Dra. María T. Oliva Roselló | Filed under: Cirugía, Gastroenterología | Etiquetas: , , |

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