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El equipo quirúrgico del Área de Patología Tiroidea de la Clínica Universidad de Navarra ha intervenido hasta la fecha tres casos de cirugía de tiroides transaxilar con el robot Da Vinci con resultados satisfactorios.
El principal beneficio del nuevo procedimiento es el estético, ya que consigue evitar la cicatriz cervical típica de la cirugía de tiroides convencional. El equipo quirúrgico del Área de Patología Tiroidea está compuesto por Fernando Martínez-Regueira (Cirugía General), Juan Alcalde y Peter Baptista (ambos especialistas en Otorrinolaringología).
La técnica robótica transaxilar está indicada para la extirpación del bocio nodular (aumento de tamaño de la glándula tiroides originado por la presencia de nódulos en su interior), de carcinomas foliculares de tiroides de tamaño no superior a 2 cm, sin extensión extracapsular y de adenomas de glándulas paratiroides (hiperparatiroidismo). Se trata de un procedimiento especialmente ventajoso en pacientes de constitución delgada que presenten patología nodular tiroidea.
Según Alcalde, la cirugía robótica de tiroides supone «por un lado, un importante avance tecnológico, ya que sin la precisión del robot sería excesivamente difícil acometer esta técnica con una única incisión en la axila; por otro, constituye un gran beneficio estético al quedar oculta la cicatriz».
A pesar de los importantes avances de los últimos años hacia una cirugía tiroidea mínimamente invasiva, el especialista precisa que, «aunque en general el resultado estético que la cirugía convencional deja en el cuello es aceptablemente bueno, en ocasiones puede generarse una cicatriz hipertrófica o una adherencia cicatricial sobre el plano muscular subyacente (que queda debajo), con el deterioro estético que conlleva».
La técnica robótica sustituye la incisión cervical por un abordaje transaxilar, mediante una apertura de unos 6 cm que se oculta en los pliegues de la axila. Para poder realizar dicho procedimiento es necesario que el equipo de cirujanos posea una amplia experiencia en cirugía de la glándula tiroides. En este sentido, los especialistas del Área de Patología Tiroidea acumulan más de 2000 casos efectuados hasta la fecha, además de una formación específica en cirugía robótica con el sistema Da Vinci, complementada, en el caso de los doctores Alcalde y Baptista, por la práctica de cirugía robótica transoral.
La disección quirúrgica desde la axila se realiza en el plano subcutáneo hasta alcanzar la región cervical y tiroidea. Gracias a la excelente visualización que procura el equipo robótico y a la precisión en la utilización de instrumentos como el bisturí armónico, que divide y sella las estructuras vasculares y está especialmente diseñado para esta cirugía, se puede llevar a cabo la extirpación de la glándula tiroides.
Para estos casos, la cirugía robótica es aproximadamente una hora más larga que la intervención tiroidea convencional, ya que desde la axila hasta la glándula tiroides el recorrido quirúrgico es mayor. Sin embargo, Alcalde ha destacado que en el procedimiento transaxilar «el tiempo quirúrgico de exéresis de la glándula, en los casos en los que se realiza una hemitiroidectomía (extirpación quirúrgica de la mitad de la glándula), es similar al empleado en la técnica clásica, con idéntica preservación anatómica de las estructuras que rodean la glándula».
Da Vinci «aporta una buena visión y un excelente manejo del instrumental sin necesidad de introducir gas, tal y como se precisa en las técnicas laparoscópicas convencionales».
Diciembre 1/2011(Diario Médico)