Los pacientes que deben someterse a operaciones quirúrgicas reciben transfusiones de sangre que puede haber estado almacenada durante una semana, tres o casi seis. Los científicos temen que quienes reciban la sangre almacenada por más tiempo tengan menos probabilidades de sanar.
Es una cuestión con grandes implicaciones para los bancos de sangre. La sangre se hace rotar casi como la leche en las estanterías del supermercado.
La Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) permite que los glóbulos rojos sean almacenados durante hasta 42 días y los hospitales casi siempre usan la sangre más antigua que tienen en los refrigeradores para asegurarse de que no caduque.
La antigüedad de la sangre que reciba el paciente depende de la cantidad de sangre de su grupo sanguíneo que tenga el hospital ese día. La antigüedad promedio de la sangre en los bancos estadounidenses es de poco más de 16 días.
Los hospitales de Estados Unidos están investigando si la sangre más fresca es mejor por lo menos para algunos pacientes. De ser así están buscando los medios de rejuvenecer la sangre almacenada más tiempo y compensar cualquier deterioro, tal como están haciendo en la Universidad de Miami para despojar a las células de algunos desechos.
“La sangre donada salva vidas todos los días. Por cierto no queremos quedarnos sin ella”, dijo el doctor Simone Glynn, del Instituto Nacional de Salud, que encabeza los estudios multimillonarios.
Sin embargo, si se demuestra que la antigüedad de la sangre almacenada tiene su incidencia, ¿cómo es posible conseguir el producto más seguro posible?, se pregunta Glynn, jefe de transfusiones médicas en el Instituto Cardíaco, Pulmonar y Sanguíneo del Instituto.
Esos intentos van desde tratar de mejorar la capacidad de transportar oxígeno de la sangre almacenada hasta la limpieza de las micropartículas, fragmentos celulares que se van acumulando.
“Es un verdadero desafío hallar lo que causa esto”, dijo sobre el debate acerca de la duración de la sangre almacenada el doctor Wenche Jy, de Miami, quien dirige la investigación de las micropartículas.
Hace varios años, una serie de estudios sugirió que la sangre bien por debajo del límite de almacenaje de 42 días podía aumentar el riesgo de complicaciones como coágulos sanguíneos, infecciones o disfunciones orgánicas.
Después la Clínica Cleveland examinó registros de 6000 de sus pacientes de cardiocirugía y halló que aquellos que recibieron sangre almacenada durante más de dos semanas tenían una probabilidad ligeramente mayor de morir y presentaban mayores tasas de infección e insuficiencia renal que quienes habían recibido sangre fresca.
Este año, investigadores de Connecticut reportaron conclusiones similares en un estudio sobre 200 pacientes, pero eso no significa una prueba concluyente. Quizás los pacientes más enfermos recibieron la sangre más antigua.
Para complicar la controversia, otros estudios no hallaron diferencia en el resultado de los pacientes en relación con la antigüedad de la sangre recibida.
Washington, julio 30 (AP)

julio 31, 2010 | Lic. Aleida Figueroa Silverio | Filed under: Cirugía, Enfermedades Hematológicas, Hematología | Etiquetas: , , , , |

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